No pueden más
Los taxistas del aeropuerto de Málaga denuncian su lucha contra los conductores piratas: "Insultan y amenazan"
Trabajan en grupos y se ponen en la puerta de la terminal para atraer a los turistas que acaban de aterrizar en la Costa del Sol. Sin embargo, si los taxistas les delatan, se vuelven agresivos, protagonizando incluso persecuciones en el aeropuerto para agredirles.
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Los taxistas de Málaga sufren diariamente agresiones y son perseguidos por la terminal por los conocidos como piratas de la profesión. Se hacen pasar por conductores y se colocan en las puertas por las que salen los pasajeros recién llegados al aeropuerto.
Se ganan a los turistas prometiéndoles tarifas más baratas y, cuando los verdaderos taxistas los delatan, se vuelven agresivos.
En el programa hemos visto un ejemplo de estas situaciones. Uno de estos piratas corre detrás de un conductor, le da una patada, pero falla y cae al suelo. Aún así no se rinde y continúa la persecución.
Parece que va a por el mismo taxista pero, como no le alcanza, le da una bofetada a otro que pasaba por allí. Intentan agredirlos incluso con postes de hierro y se tienen que refugiar dentro de la terminal para evitar los golpes.
El trabajo de los taxistas se ha convertido así en una lucha constante contra los falsos conductores y, entre amenazas e insultos, se ven obligados a jugarse el tipo para que los piratas del aeropuerto no les roben los clientes.
En Y ahora Sonsoles hemos hablado con María, amenazada por los conductores piratas, que ha contado que la situación que viven cada día es "horrorosa" e "insostenible". Y es que los conductores piratas abordan a los turistas de tal manera que es imposible pararlos, ha explicado.
"Se ponen en el vestíbulo y confunden a los pasajeros que salen desorientados", ha dicho, pero poco a poco se están enterando de que hay un stand de información a los clientes, que, con estos conductores piratas, se arriesgan a que les suban el precio a mitad de camino, por ejemplo.
María, cada vez que tiene un altercado con ellos, llama a la policía y denuncia lo ocurrido, pero no ponen ninguna solución.
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