Tercer día

Silvia Bronchalo y Rodolfo Sancho, dos padres ante la mayor prueba de su vida: el juicio a Daniel Sancho

El chef está acusado de asesinato premeditado, ocultación de cadáver y de llevarse la documentación de Edwin Arrieta, víctima. Una defensa complicada que pretende evitar la pena de muerte del hijo de Rodolfo Sancho, entre otros puntos.

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Desde que saltó la noticia, Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo han mostrado su apoyo incondicional a Daniel Sancho, acusado de asesinar premeditadamente a Edwin Arrieta. Jamás pensaron que un viaje de su hijo a Tailandia acabaría en una tragedia que ha dado un vuelco a sus vidas.

El dolor y el desgaste que esto supone para los padres hace que sus actitudes se conviertan en una autentica montaña rusa. De un día para otro hemos visto a un Rodolfo Sancho distinto.

En el segundo día de juicio, llegaba a la corte de Koh Samui visiblemente cabreado y lanzando una advertencia a los periodistas. Sin embargo, en el tercer día, aparecía cabizbajo y sin contestar ninguna pregunta, algo que no es habitual en él.

Silvia Bronchalo, por su parte, asistía a las puertas del Tribunal en el segundo día con cabeza alta, paso firme y decidida a no mediar palabra con la prensa, incluso apartando con un gesto los micrófonos.

Sin embargo, en el tercer día, su actitud ha sido diferente. A la salida del juicio la hemos visto con mirada al suelo, saludando a los medios e intercambiando algunas palabras.

Carlos Quílez, en directo desde Tailandia, ha asegurado que no hay expectativas para entrar a la sala de vistas y en cierta medida tiene lógica por las grandes diferencias del país con España. "No están acostumbrados a tanta expectación", ha dicho.

El periodista ha contado que, dentro de la sala, la declaración del brazo judicial de la Fiscalía ha tenido lugar. Se han ratificado y, además, han detallado cómo Daniel Sancho llegó a Tailandia para asesinar y descuartizar a Edwin Arrieta.

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