En plató

Pablo Carbonell se sincera sobre sus adicciones: "La Movida fue salvaje para mucha gente, yo cometí muchos excesos"

Polifacético y artístico, Pablo Carbonell visita el plató de Y ahora Sonsoles para hablarnos del regreso de Toreros Muertos en su 40 aniversario. Además, nos cuenta cómo ha sido la ruptura con María Arellano, la mujer que le salvó de los infiernos, o cómo afronta la enfermedad de su hija.

Pablo Carbonell

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Cantante, actor, director, cómico y escritor: Pablo Carbonell es puro arte. Tras catapultarse a la fama gracias al programa La Bola de Cristal, en plena movida madrileña forma Los Toreros Muertos, un grupo de música de rock alternativo que hoy vuelve a girar para celebrar su 40 aniversario.

Durante la época de la Transición, Pablo Carbonell compartía escena con Alaska, Sabina o Gabinete Caligari, por quienes confiesa que se sentía algo intimidado. Sin embargo, todos ellos supieron reconocer que Toreros Muertos eran una revolución de la época.

Aquella convulsa época que tanto les regaló, también le llevó a bajar a los infiernos, cayendo en un bucle de adicciones. "Aquellos años fueron salvajes para mucha gente, pero nosotros éramos unos payasos y, un payaso, si bebe, se cae del escenario", señala.

María Arellano, su mujer durante dos décadas, fue su faro para resurgir de las cenizas. Sin embargo, tras media vida juntos, su relación se ha terminado.

Ahora mismo, el mayor tesoro de Pablo son sus hijas, Carlota y Mafalda. Esta última nació con artogriposis de miembros inferiores, una enfermedad que contaba con un pronóstico desolador, pero que no le ha impedido su sueño de ser actriz.

Ahora, Pablo disfruta de la vida junto a sus hijas y continúa siendo aquel alocado artista que disfruta del escenario como el primer día. ¡No te pierdas su entrevista en el video de arriba!

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