La narcolepsia ha limitado por completo la vida de Juan José: "Deben pellizcarme cada 15 minutos para no dormirme"

En su adolescencia, Juan José sentía que siempre tenía mucho sueño y que se dormía por las esquinas. Cuando cumplió 18 años, temía sacarse el carnet de conducir por si se dormía al volante, pero no entendía qué le pasaba.

Fue cuando cumplió 40 que le diagnosticaron narcolepsia con cataplejías, una enfermedad que le hace dormirse en cualquier momento y cualquier lugar.

Son unas siestas breves que le hacen, además, sufrir caídas y lesiones constantes, y por ello tiene las dos caderas dañadas. En otro episodio de narcolepsia también se rompió el menisco y desde entonces tiene que caminar con un bastón.

Su otro fiel compañero es un respirador con el que controla las apneas del sueño y evita problemas de corazón.

"Es un verdadero martirio"

Juan José llegó a estar trabajando en una cadena de montaje de coches, pero al no controlar los episodios de sueño, era un peligro que estuviera en contacto con una maquinaria, así que le prohibieron tocar cualquier herramienta hasta que una sentencia lo apartó del trabajo para siempre.

Para esta enfermedad no hay cura, y Juan José solo puede tomar fármacos para tratar de mantenerse despierto más tiempo y que no se le pase la vida en un abrir y cerrar de ojos.

Juan José ha visitado el plató de Y ahora Sonsoles, a pesar de que la tarde es el momento más complicado para él. "Yo soy de madrugar mucho", ha dicho. Además, si tiene que salir a las ocho, tiene que levantarse dos horas antes para estar despierto a la hora de irse.

Su rutina es levantarse, tomarse la medicación, hacer bicicleta y desayunar, pero, eso sí, no puede tomar café. A las tres de la tarde, ha explicado, ya le cuesta mucho seguir haciendo su vida.

La vida de Juan José antes de ser diagnosticado fue muy complicada, porque empezó a fallar los estudios y su entorno pensaba que era vago. "Te sientes distinto a los demás", ha dicho, además de que es una enfermedad que limita mucho la vida.

Él no solo tiene narcolepsia, sino también cataplejía, que provoca que se quede inmóvil a pesar de estar siendo consciente de todo y que viene por sentimientos tan sencillos como la risa o el enfado.

Juan José ha tenido que dejar de hacer ciertas cosas por estas enfermedades: no puede ir a ver el fútbol o a los conciertos, por la cataplejía, pero tampoco a cenar fuera, debido a la narcolepsia.

"Para muchos chavales es un verdadero martirio", ha asegurado, porque, por ejemplo, hay ciertas profesiones que tampoco pueden tener, como piloto.

Juan José considera que la gente tiene que ser más empática cuando se encuentra con personas como él, y ha querido destacar el papel de los padres a la hora de vivir con adolescentes que padecen esta enfermedad. "Es muy difícil y los padres son verdaderos héroes", ha dicho.