Investigación
El mercado ilegal de pastillas adelgazantes se dispara con la llegada del verano: los riesgos de falsos productos milagro
El 34,3% de los españoles mayores de 18 años tiene sobrepeso y esto se traduce en millones de consumidores potenciales a los que cazar con estos productos. En Y ahora Sonsoles hemos contactado con una traficante ilegal y nos hemos visto con ella para ver cómo es su modus operandi.
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Las redes sociales nos bombardean a diario con anuncios de pastillas adelgazantes, además de cápsulas, batidos, polvos y otros productos milagros en su mayoría a los que sucumbimos para tener cuerpos de infarto.
Según el INE, el 34,3% de los españoles mayores de 18 años tiene sobrepeso, lo que se traduce en millones de consumidores potenciales a los que cazar con estos productos.
Con el verano a la vuelta de la esquina, las ventas se disparan y esta compraventa de productos adelgazantes mueve en nuestro país casi 400 millones de euros y en toda Europa superan los 100.000 millones.
Según los expertos, el 98% de estos métodos son un fracaso. Sin embargo, la dictadura de la silueta perfecta lleva a muchos a recurrir a productos peligrosos e ilegales.
El tráfico ilegal de las pastillas prohibidas
Internet ofrece un mercado negro de pastillas con las que perder kilos y hay chats en los que se venden medicamentos altamente peligrosos y prohibidos, entre ellos unas pastillas retiradas por la Agencia del Medicamento por contener sibutramina.
Su consumo casi le cuesta la vida a Débora, y es que este fármaco contra la obesidad está prohibido en España desde el 2010. Tomarla puede provocar daños al sistema nervioso, taquicardias e incluso infartos.
En Y ahora Sonsoles hemos hablado con ella, que ha asegurado que empezó a tomar las pastillas y al principio perdió peso, pero un día empezó a sentirse muy mal y casi le cuesta la vida. "Se me empezó a acelerar el corazón", ha dicho.
Ella no fue al médico, sino que se las dio una mujer de Palma del Río (Córdoba), su pueblo, y después de lo que ocurrió ha denunciado tanto ella como el centro de salud.
Pese a los riesgos, hay gente que se lucra con la venta ilegal. En Y ahora Sonsoles hemos contactado con una traficante para convencerla de que nos dé las pastillas en mano para un familiar.
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Nada más verla, nos alerta de los riesgos, por lo que sabe que son muy peligrosas, y su venta supone un grave delito contra la salud, penado incluso con cárcel.
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