Una inyección podría haber acabado con la vida de su hijo: "Le metieron adrenalina y le provocó un infarto"

El hijo de Guadalupe y Segundo era muy deportista y estaba en forma. Nunca había tenido problemas de salud, pero con 35 años murió de manera repentina.

Todo comenzó a principios del año pasado, cuando el joven comenzó a encontrarse mal del estómago. Los médicos le dijeron que podía ser algo relacionado con la lactosa, pero no llegaron a dar con lo que tenía. "No le dieron importancia, solo le hicieron radiografía y análisis", advierten sus padres.

El 28 de abril, su hijo comienza a encontrarse mal y pide a Guadalupe y Segundo que llamen a una ambulancia. Según nos cuenta Segundo, los servicios de emergencia tardaron demasiado y tuvieron que actuar por su cuenta en casa.

"Le metieron adrenalina por una vía y en dos segundos me dijo que se moría", recuerda Segundo. Aquella inyección le provocó un infarto y su hijo murió prácticamente en sus brazos.

A día de hoy, casi un año después, Guadalupe y Segundo no saben de qué murió su hijo. El asunto ya está judicializado, pero ellos no logran cerrar la herida que les dejó su inexplicable muerte.