Primicia
Las imágenes de Daniel Sancho y Edwin Arrieta disfrutando juntos en Madrid un mes antes del asesinato
Un mes y medio después de que el chef esté en prisión provisional por el presunto asesinato y descuartizamiento del cirujano, la televisión colombiana ha difundido unas imágenes en las que aparecen los dos, pero los hechos no ocurrieron exactamente como lo cuentan en ellas.
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En 'Y ahora Sonsoles' hemos visto nuevas imágenes de Daniel Sancho y Edwin Arrieta juntos en Madrid, un encuentro en el que no parece haber tensión a pesar de que el chef declaró que se sentía rehén del colombiano, motivo por el que el denunciante del cirujano se sintió identificado con él.
La televisión colombiana relata esta reunión de los amigos como un encuentro en el que Arrieta graba al hijo de Rodolfo Sancho con el pelo recogido, una camisa azul vaquera, y sonriendo.
Sin embargo, no están en lo cierto pues Daniel Sancho no es la persona que está al otro lado de la barra en estas imágenes poniendo bebidas, sino que está en otro lugar.
Si vemos otras imágenes que fueron grabadas ese mismo día, el 16 de junio, vemos al mismo joven detrás de la barra pero, al girar la cámara, se puede apreciar que el verdadero Sancho lleva una camisa de rayas azul, pero la melena suelta.
Además, días más tarde, el falso Daniel Sancho sigue detrás de la barra cuando el chef en realidad está disfrutando junto a varios amigos en el interior del local.
Imágenes de un mes antes del asesinato
Todo esto ocurrió antes de que el chef y el cirujano viajasen a Tailandia, donde Sancho, después de una discusión, acabaría presuntamente con la vida de Edwin Arrieta tras golpearle en la cabeza.
Posteriormente lo descuartizó y lo metió en una nevera, que se derrumbó al ver durante la reconstrucción de los hechos que vimos en exclusiva en 'Y ahora Sonsoles', para después deshacerse de las partes en el mar y el vertedero de Koh Samui.
Sancho confesó los hechos y ahora permanece en prisión provisional hasta que tenga lugar el juicio, que no será, como mínimo, hasta dentro de dos meses, como nos explicó uno de los jueces del caso.
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