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El 'gastrojeta' vuelve a la carga en Benidorm y deja una cuenta de 113 euros sin pagar: "Su cara dura no tenía límites"
Ha vuelto a ser detenido después de pedir un chuletón de más de medio kilo, una mariscada y una botella de vino solo para él, además de comer sin cuidado hasta el punto de ser invitado a pagar y marcharse. No abonó la cuenta, pero la policía pudo detenerlo antes de llevar a cabo su modus operandi.
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El 'gastrojeta' ha vuelto a la carga, y esta vez en Benidorm. Su modus operandi es sencillo: llega al restaurante y pide grandes cantidades de comida que posteriormente no paga.
En este restaurante de la ciudad valenciana, comenzó pidiendo un chuletón de medio kilo, una mariscada y una botella de vino solo para él. Al ver todo lo que pidió, el camarero comenzó a sospechar y llamó a la policía antes de que pudiera dar lugar a un altercado.
Sin embargo, el 'gastrojeta' ya comía sin cuidado alguno y, cuando le llamaron la atención, arrojó cabezas de gambas a quienes le importunaban, una escena que hemos visto en exclusiva. Además, se enfrentó a la hermana del dueño que trató de sacar un pañuelo para limpiarse los restos de la gamba que le había tirado a la cara.
"Va bien vestido y habla bien, por eso no me sorprendió"
El 'gastrojeta' se levantó de forma agresiva y se dirigió a ella. Posteriormente, le invitaron a pagar y marcharse, pero él en ningún momento pretendió abonar una cuenta que asciende a 113 euros.
Sin embargo, no ha tenido tiempo de llevar a cabo su modus operandi de tirarse al suelo y fingir un desmayo porque antes ha llegado la policía, que se lo llevó esposado sin que él pusiera resistencia alguna.
En 'Y ahora Sonsoles' hemos hablado con uno de los camareros, a quien le extrañó que le pidiera tanta comida, pero el 'gastrojeta' le dijo que era para más gente.
Sin embargo, al servir la comida, se dio cuenta de que le había engañado y supo que era él porque lo buscó en internet. "Es una persona que va bien vestida y hablaba bien, por eso no me sorprendió", ha dicho.
Ángel, el dueño del local, cuando se enteró, mandó las imágenes a un grupo de empresarios de Benidorm pues pidió un combinado de marca premium, una sangría, y no más porque ya se dieron cuenta de quién era.
"Cuando llegó la policía seguía bebiendo y comiendo delante de ellos", ha asegurado, y fue el camarero quien tuvo que quitarle la jarra.
El 'gastrojeta' ya ha sido detenido en 34 ocasiones y los hosteleros permanecen en alerta porque en cuanto sale del calabozo vuelve a las andadas.
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