La encargada del vertedero donde se hallaron parte de los restos de Edwin Arrieta: "Pensaba que era parte de un cerdo"

Parte de los restos del cadáver de Edwin Arrieta, el reconocido cirujano colombiano al que presuntamente asesinó y descuartizó Daniel Sancho en Tailandia, fueron hallados en un vertedero de la isla. En 'Y ahora Sonsoles' hemos podido hablar con la encargada de este lugar.

"El olor era diferente"

Ella asegura que fue su tía quien encontró la primera parte del cuerpo, y ella misma la segunda. Los encargados son ciudadanos birmanos, los que cobran menos de toda la isla, entre 100 y 300 dólares al mes por separar lo que hay en las bolsas de basura.

Con esto supuestamente no contó Daniel Sancho cuando dejó los restos aquí presuntamente. "Pensaba que era parte de un cerdo, pero el olor era diferente", asegura la encargada, que fue así como se dio cuenta de que era un humano y llamó a la policía.

Ella, sin embargo, asegura que no vio a nadie dejar el cuerpo de la víctima en el vertedero. Según los trabajadores, el autor del crimen arrojó, supuestamente, los restos a contenedores de basura y fueron los propios basureros quienes los trasladaron hasta allí.

Días después los agentes confirmaron que se trataba del cirujano colombiano.

El joven permanece interno en la prisión de Koh Samui, donde durante diez días estará en aislamiento por el protocolo del coronavirus. Hasta que este periodo acabe, solo su abogado podrá ir a visitarlo, algo que ya hizo en los primeros días y pudo comprobar que su cliente está tranquilo, aunque será un proceso largo, aseguró.

Todo comenzó cuando el jueves 3 de agosto se hallaron unos restos humanos en el vertedero. Un día antes, después de una noche de fiesta, Daniel Sancho había denunciado la desaparición del colombiano, a quien pertenecían estos restos.

Finalmente, y tras dar varias versiones, el hijo del actor Rodolfo Sancho acabó confesando el crimen, según la policía tailandesa.

La investigación continua y uno de las claves se ha hallado en el móvil del presunto asesino, en el que se han encontrado unos mensajes en los que la víctima le amenazaba.

Esto corroboraría la versión de Daniel Sancho, que aseguró que se sentía un rehén de Edwin Arrieta y que lo que ocurrió fue un crimen pasional.