Hablamos con testigos
Empotra su coche contra un cajero y lo justifica diciendo que necesitaba dinero de manera desesperada
Un hombre malagueño ha dado marcha atrás y acelerado en varias ocasiones contra el cajero del banco porque quería un dinero que no le habían dado. Decía que lo necesitaba de manera desesperada y parecía divertirle lo que estaba haciendo, pero ha sido detenido.
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Un hombre ha empotrado su coche en repetidas ocasiones contra el cajero de un banco en Málaga a plena luz del día después de que no le haya dado el dinero que quería.
Y es que el cajero no le daba dinero y por ese motivo intentó robarlo estrellando su vehículo repetidamente. El responsable incluso sonrió a la cámara y se frotó los dedos.
Este hombre ha dado marcha atrás y acelerado varias veces y, a pesar de perder un retrovisor, no le ha importado. Mientras tanto, los vecinos y viandantes miraban la situación asustados y desconcertados.
"El hombre no decía nada"
Algunos han afeado la conducta y otros se lo han tomado con humor, pero finalmente, diez minutos después, una patrulla de policía llegó al lugar y detuvo al responsable, que trataba de justificarse diciendo que necesitaba el dinero porque estaba desesperado.
Tras su arresto, los agentes han tenido que retirar el vehículo con una grúa y el hombre se ha quedado sin coche y sin dinero.
Juan Cano, periodista de Diario SUR, ha explicado que lo primero que hizo la policía fue la prueba de alcoholemia, en la que dio 0,06 mg de alcohol, cuando el máximo permitido es de 0,25. La de droga no se la hicieron porque no se daba la sintomatología específica.
El motivo por el que empotró su coche no era solo la necesidad imperiosa de tener dinero en efectivo, sino también que él pidió a otra persona que se apartara del cajero, que escuchó que no tenía dinero para darle de comer a su hija y que iba a intentar llevarse algo.
En 'Y ahora Sonsoles' hemos hablado con un testigo de lo ocurrido, Antonio López, que trabaja en el restaurante de al lado del cajero. En la sucursal no había gente, pero ellos, que sí estaban trabajando, se llevaron un gran susto.
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"El hombre no decía nada", ha asegurado el testigo, que ha dejado claro que el conductor del coche estaba muy tranquilo, ni gritaba ni increpaba a la gente.
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