Investigación
El atraco al turista en los restaurantes durante el verano: ¿Nos están dando gato por liebre a precios desorbitados?
Pablo Cabezal, influencer gastronómico, tuvo que pagar 10 euros por una botella de agua en Ibiza, algo que le sorprendió. Él ha investigado qué comen los turistas en nuestro país y lo tiene claro: comida de mala calidad a precios muy altos, algo que, cree, no representa a la gastronomía española.
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En verano muchos restaurantes y terrazas aprovechan la gran afluencia de turistas para subir sus precios y pegar un sablazo a los que consumen en sus locales.
Esto le ha ocurrido a Pablo Cabezal, un influencer gastronómico que ha pagado 10 euros en Ibiza por una botella de agua.
Y es que durante esta época del año se dan facturas desorbitadas y turistas que caen en la trampa. Pablo Cabezal ha investigado qué comen los turistas en el centro de las ciudades en nuestro país: comida española de mala calidad y a precios muy altos, ha dicho, y así lo hemos comprobado.
Altos precios por productos que no son los que compramos
Cada español gasta casi 1.200 euros al año en hostelería, pero, sin que lo sepamos, podríamos estar siendo víctimas de una estafa generalizada y eso es lo que hemos comprobado con Pepe Solla, chef estrella Michelin.
Primero hemos pedido una ración de calamares, que no eran calamares, sino pota. “La pota crece más rápido, la industria busca estrategias para blanquear y engañar”, ha dicho el chef. El precio de este engaño es de 19 euros.
En otro local venden que ofrecen chanquetes de Málaga. Al entrar, el camarero se pone nervioso al ver la cámara ya que el consumo de este pescado está prohibido, y delata él mismo el engaño. “No son chanquetes, es una especia de piscifactoría”, aclara.
También pedimos una ración de zamburiñas que en realidad son volandeiras, lo cual crispa al chef que se lo ha hecho saber al camarero.
En esta ruta que cualquier turista podría haber hecho hemos comprobado que en casi todos los casos nos dan gato por liebre. Un engaño contra el que tanto consumidores como profesionales deben luchar.
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