Hablamos con ella
Amenazada de muerte por la cofradía que le dio casa a cambio de cuidar la ermita: "Vivo asustada"
Hace 30 años que Mercedes se ocupa de la ermita, pero pronto comenzaron los problemas. La tacharon de okupa y empezaron a coaccionarla para que se fuera, algo que denunció. La justicia le ha dado la razón pero la situación no mejora, e incluso la han amenazado de muerte.
Publicidad
Mercedes lleva más de 30 años salvaguardando la ermita toledana de Bastida a cambio de que la cofradía le ofrezca una casa donde vivir, pero han llegado los problemas.
Sus vecinos la tachan de okupa y que le dicen que se vaya. Lejos de llegar a un acuerdo, comenzaron las coacciones. "Me cortan el agua, intentan cortarme la luz", ha contado.
Durante los últimos años, la situación se ha vuelto insostenible para Mercedes, a quien la justicia le ha dado la razón y ha condenado a la cofradía a pagarle hasta 85.000 euros por reconocimiento laboral y coacciones.
La última romería se ha celebrado este mismo fin de semana y, tan solo 15 días después de ganar el juicio, Mercedes ha vivido una situación de auténtico terror.
Alguien le ha escrito un mensaje en la ventana amenazándola de muerte. Ha sido su propia hija quien ha denunciado en redes sociales el miedo que vive su familia. "Al final la van a matar de verdad", ha dicho.
Desde la cofradía exigen a través de un comunicado que se ejecute el desahucio lo antes posible y expresan su tristeza por la situación que están viviendo.
En Y ahora Sonsoles nos hemos ido en directo a Toledo donde han llegado los miembros de la cofradía, que no han querido hablar. "No vamos a decir nada, hay un comunicado escrito", ha dicho.
Sí hemos hablado con Mercedes, que ha asegurado que nunca dan la cara y en cambio la coaccionan y amenazan de muerte.
El problema que, según Mercedes, tienen contra ella es que quieren que se vayan pero la jueza ha dejado claro que es una relación laboral por lo que tienen que indemnizarle. La cofradía le lleve 85.000 euros por coacciones y por derecho laboral después de muchos años trabajando para ellos.
Mercedes tiene un mes para desalojar el lugar una vez le den el dinero. "Vivo asustada", ha dicho, además de saber de dónde vienen las amenazas. La sentencia salió hace un mes y no se recurrió y posteriormente salió el fallo, que tampoco se haya recurrido, al menos de momento.
La confianza después de 30 años trabajando para la cofradía se quebró en el momento en que cambiaron los miembros de la hermandad. En 2003 tuvo un juicio porque la llamaban okupa y en el año 2020 ha llegado una nueva cofradía y con ellos ha comenzado la guerra.
La expresidenta de la cofradía
Rocío Linares, expresidenta de la cofradía, ha asegurado que en el juicio declaró lo que sabía, que era poco porque ella apenas la conocía de hacía un mes cuando comenzó su cargo como presidenta.
Esto lo ha negado Mercedes, que ha afirmado que dijo que la habían informado de todo. "Te has lavado las manos", ha dejado claro.
Publicidad