La cámara indiscreta del estadounidense Robert Bush descubre el secreto mejor guardado de los animales

Robert Bush se ha convertido en los ojos de la naturaleza. La curiosidad de este maestro de la fotografía lo llevó a instalar una cámara hace años en un bosque, concretamente en la orilla de un riachuelo. Su objetivo era el de comprobar como se comportaban los animales en su hábitat natural. El resultado no ha podido ser más fascinante.

El camarógrafo, originario de Pensilvania, Estados Unidos ha podido capturar momentos anecdóticos que quedarán para el recuerdo. A través de su objetivo se puede ver a diferentes especies de animales en todo su esplendor. Ejemplares de osos pardo intentando mantener el equilibrio al cruzar un tronco de árbol convertido en puente, pequeños corzos saciando su sed al beber el agua del río, aves marinas que vigilan atentamente el lugar y que detienen su vuelo para descansar en el río y felinos traviesos que se pasean libremente.

Un proyecto que descubre el lado más simpático de la fauna, cuando los animales no se sienten presionados por la presencia humana y pueden desenvolverse como lo hacen cuando creen que nadie los vigila.