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Esquí

Con nieve pero sin turistas, las pistas de esquí permanecen cerradas al público por el coronavirus

La pandemia del coronavirus ha obligado a retrasar la apertura de las pistas del esquí de España. En algunos puntos la nieve escasea, pero en las zonas que sí hay nieve suficiente son los esquiadores los que escasean.

Después de Dora, llega Ernest, otra borrasca que dejará un temporal desapacible en el país durante toda la semana. Una borrasca que provocará también nevadas en algunos puntos. Precisamente en plena segunda ola de coronavirus las estaciones de esquí se preparan para una temporada que pende de un hilo por dos razones: la falta de nieve y las restricciones en la movilidad.

En un año normal las estaciones de esquí iniciarían la temporada entre finales de noviembre y principios de diciembre, coincidiendo con el Puente de la Inmaculada. Sin embargo este 2020 se ha complicado la apertura y todas las pistas del país aún permanecen cerradas.

Las de Grandvalira, en Andorra son algunas de las más afectadas. A finales de noviembre, apenas una fina capa de nieve cubría el suelo. La misma situación se repetía en las pistas de Cerler, en Huesca. Una temperatura inusualmente alta a finales de año que ha impedido a la nieve instalarse completamente en muchas zonas de montaña.

Donde sí hay nieve es en el valle pirenaico de Tena. También en San Isido, León, donde las nevadas han alcanzado el metro de espesor. En Cantabria, la estación de esquí y montaña de Alto Campoo acumula un grosor de hasta 20 centímetros, con una cota de nieve en continuo ascenso.

El problema en estas zonas no es la nieve, sino la falta de turistas por el coronavirus. Los esquiadores ya han pedido que se abran de nuevo las pistas porque aseguran que es un deporte al aire libre con el que no se corre riesgo de contagio.

Sin embargo las empresas aún se resisten porque los expertos aseguran que el foco de transmisión estaría en las zonas comunes y en los establecimientos hosteleros.

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