Episodio 4 | Mejores momentos
La misión más macabra de Traitors: Lía asiste a su propio entierro y es enterrada viva
Juanra Bonet ha conducido el cortejo fúnebre, que ha terminado delante de tres ataúdes: sólo uno se ha cerrado, culminando el envenenamiento perpetrado por los traidores.

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Los jugadores de Traitors se han enfrentado a la misión más cruel, macabra y siniestra que podrían haber imaginado. Habían empezado la mañana felices al comprobar que todos habían sobrevivido a la noche. De hecho, los traidores se han sobresaltado al ver aparecer a Lía en el desayuno. ¿Habían cometido algún error al asesinarla?

JuanraBonet ha aclarado lo ocurrido: los traidores efectivamente han tenido éxito con su nuevo crimen, pero esta vez el crimen no es tan inmediato. Han envenenado a su víctima y ese veneno está haciendo efecto poco a poco. El presentador tiene otra noticia: todos van a acudir a su entierro, cada uno con la incertidumbre de si será su fin o regresará al Monasterio.
El cortejo fúnebre se pone en marcha. En varios puntos, aparecen pistas que van descartando grupos de nombres. Al final, sólo quedan tres candidatos: Juan Ferrer, Lía y Lucía. Al terminar el camino, se encuentran precisamente con tres ataúdes: deben meterse dentro. El resto de jugadores tiene que ir depositando una flor negra junto al compañero que creen que va a morir. Si acierta la mayoría, se llevarán 6.000 euros en plata.
Poco a poco, van depositando sus rosas negras. Casi todos, entre ellos Popeye y Carlos, las colocan en el ataúd de Lucía. Vicky es de las pocas que la sitúa junto a Juan. Nadie sospecha que la víctima es Lía… hasta que Juanra cierra de un portazo su ataúd. La sorpresa es total: ¡la canaria ha sido enterrada viva! Algunos han sentido el golpe como un disparo y el chillido de Lucía, envuelta en un mar de lágrimas, ha llenado el silencio del momento.
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