Sólo quedaban cuatro concursantes en TOP CHEF y este ha sido el programa en el que tres de ellos se han jugado su paso a la semifinal.
Por primera vez el ganador de la prueba de fuego, no tuvo la posibilidad de conseguir la inmunidad pero sí un importante privilegio. En esta prueba tuvieron que preparar una de las recetas más difíciles a la que se puede enfrentar un cocinero: el soufflé. El prestigioso chef Fernando Canales les hizo una demostración de cómo elaborar este complicado plato y fue él mismo, junto a Alberto Chicote, quien decidió cuál había sido el mejor soufflé de los cuatro aspirantes, resultando Víctor el ganador.
En la siguiente prueba, se decidió quién sería el primer semifinalista del concurso y se desarrolló en la Hacienda Zorita (Salamanca) con unos invitados muy especiales; parte del equipo creativo de El Bulli: Albert Raurich, Oriol Castro y Eduard Bosch. Los chefs del Bulli, junto a Alberto Chicote, Susi Díaz y Yayo Daporta, decidieron que el mejor plato era el de David, colocándole automáticamente en el primer semifinalista de TOP CHEF.
En ‘la última oportunidad’ Fran y Marc se impusieron a Víctor en una de las pruebas más complicadas para un cocinero: hacer uso de todos sus sentidos... menos el de la vista para replicar un plato.