Carlos Medina

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LOS CONCURSANTES DE 'TOP CHEF' | SEGUNDA EDICIÓN

Carlos Medina

30 años, valenciano, apasionado e imaginativo sueña con poner en marcha un laboratorio gastronómico para 8 o 10 comensales.

Aunque a Carlos siempre le llamó la atención la cocina y comenzó a cocinar a los 12 años, entró a estudiar Comunicación Audiovisual en Valencia. Pero dejó la carrera para entrar en la Escuela de Hostelería y Turismo de Valencia, algo que en su familia no apoyaron. Sin embargo, las clases no le parecen suficiente y comienza de forma autodidacta a leer y aprender a través de libros e Internet. Consigue un stage en Martín Berasategui y unas prácticas en El Bulli -3* Michelín-, donde empieza a trabajar en 2008 y comienza a definir su cocina y a apasionarse por la técnica y la química. Al salir de El Bulli, Carlos trabaja en otros restaurantes de prestigio como Ca Sento -1* Michelín- y Las Rejas -1* Michelín-, del cual le fascinó la mezcla de tradición y modernidad.

La experiencia en concursos y el contacto con la UPV (Universidad  Politécnica de Valencia), le dan fuerzas para comenzar un proyecto personal que compagina con el trabajo como Jefe de Partida en 2 palillos -1* Michelín-,  a las órdenes de Albert Raurich, a quien considera uno de sus mentores junto a Ferrán Adriá. Aunque también fueron importantes en su trayectoria Roberto Iborra, el Director de su Escuela de Cocina, y Carlos Pastor Chan Santana, uno de los responsables del Departamento de Marketing de la Escuela y de vital importancia para él en su carrera.

Tras este último trabajo le ofrecen el puesto de Director Creativo en DN-Innovación en la Universidad de Tecnología de Alimentos de Taipei, Taiwan y se marcha a Asia.

Carlos es apasionado e imaginativo, aunque se considera asocial e individualista y a menudo demasiado temperamental y maniático. Es una persona muy directa a la que le gusta llevar la voz cantante. Su tipo de cocina es la molecular y creativa y según él, vive por y para la cocina. Se toma su participación en “Top Chef” como un escaparate donde conseguir notoriedad y visibilidad y, en caso de convertirse en el ganador, permitirse ser su propio jefe y poner en marcha su sueño: un laboratorio gastronómico para 8 ó 10 comensales.

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