Un toque dulce
Eva y Karlos Arguiñano preparan un postre de lo más tradicional: tarta casera de arándanos
Un postre muy original con un aspecto espectacular. Sigue el paso a paso de Eva y Karlos para la elaboración de esta sencilla receta y al alcance de todos.
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La tarta de arándanos es una de las recetas de postres más tradicional. Puede parecer complicada por su espectacular aspecto, pero Eva y Karlos Arguiñano nos han demostrado que no es así. ¡Sigue los pasos y verás que es mucho más fácil de lo que imaginabas!
Con esta tarta seguro que conseguirás sorprender a todos tus invitados y disfrutar de una fabulosa merienda. ¡No te lo pierdas!
Ingredientes para un molde de 23 cm de diámetro (6p.):
Para la pasta quebrada:
400 g de harina
180 g de mantequilla (a punto de pomada)
1 huevo
100 g de azúcar
8 g de levadura
5 g de sal
Para el relleno:
500 g de arándanos frescos
100 g de azúcar
30 g de harina de maíz refinado
½ cucharadita de canela molida
1 cucharadita de zumo de limón
Para estirar y decorar:
30 g de harina (para estirar)
1 yema de huevo (para untar la tarta)
20 g de azúcar glas (para espolvorear)
Hojas de menta (para decorar)
Elaboración
Para hacer la pasta quebrada, mezcla la harina, la sal, la levadura y el azúcar en un bol grande. Incorpora la mantequilla a punto de pomada y mezcla un poco. Incorpora el huevo, mezcla otro poco, pasa la masa a la encimera y amásala hasta que los ingredientes queden bien integrados.
Divide la masa en 2, envuélvelas con film de cocina e introdúcelas en el frigorífico durante 2 horas (como mínimo) para que endurezca. Retíralas del frigorífico y amásalas suavemente hasta que se ablanden.
Espolvorea la encimera con un poco de harina, coloca encima uno de los trozos, estíralo bien con un rodillo y cubre un molde de fondo desmontable de 23 centímetros de diámetro.
Para el relleno, mezcla en un bol la harina de maíz refinada con el azúcar y la canela. Incorpora los arándanos y vuelve a mezclar. Finalmente añade el zumo de limón y vuelve a mezclar. Vuelca el relleno la base de la tarta y dobla los bordes sobrantes hacia dentro.
Espolvorea la encimera con otro poco de harina, coloca el otro trozo de pasta quebrada y estírala bien. Corta tiras largas de 2 cm. de grosor. Colócalas sobre la tarta formando un enrejado (tiras cruzadas entrecruzadas). Bate la yema de huevo y con ayuda de un pincel de cocina, pinta el enrejado.
Coloca la tarta sobre la rejilla del horno (coloca debajo una placa por si acaso soltara algo de líquido) y hornéala (horno precalentado) a 200º durante 40 minutos. Retírala del horno y espera a que se enfríe.
Pon el azúcar glas en un colador y espolvorea la tarta. Adórnala con unas hojas de menta.
Consejo
Si la masa se dora demasiado rápido, a los 20 minutos puedes cubrirla con un trozo de papel de aluminio.
Seguramente os sobrará algo de pasta quebrada. Sabed que aguanta perfectamente en el frigorífico durante 1 semana y 3 meses en el caso que decidáis congelarla.
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