Para 4 personas
Casarecce con pesto, judías verdes y patata, la receta italiana de Arguiñano: "Sencilla, de temporada y con ingredientes muy baratos"
Karlos Arguiñano se deshace en halagos con esta receta que considera "maravillosa", porque además de sencilla y de temporada, está deliciosa y sus ingredientes son muy baratos.

Publicidad
Esta combinación es un clásico italiano con un giro saludable que merece su protagonismo. Karlos Arguiñano asegura que "es una comida maravillosa, con una mezcla perfecta", además de ser "sencilla, de temporada y con productos muy baratos, puramente italiana".
Ingredientes, para 4 personas
- 400 g de pasta casarecce
- 150 g de judías verdes
- 2 patatas
- Sal
- Pimienta
- Perejil
Para el pesto:
- 70 g de hojas de albahaca
- 70 ml de aceite de oliva virgen extra
- 50 g de queso parmesano (Reggiano)
- 30 g de queso pecorino
- 30 g de piñones
- 2 dientes de ajo
- 3 g de sal (gruesa)

Elaboración
Para preparar el pesto, pon las hojas de la albahaca en una picadora. Añade los piñones, los ajos (pelados) y la sal, y tritura los ingredientes. Incorpora el queso parmesano y el pecorino y vuelve a triturarlos. Vierte el aceite y tritura de nuevo hasta que consigas una pasta homogénea. Reserva el pesto.

Calienta abundante agua en una cazuela y sazónala. Pela y trocea las patatas (cascándolas) e introdúcelas en la cazuela. Retira las puntas de las judías verdes, córtalas por la mitad e introdúcelas en la cazuela. Cuando las patatas y las judías lleven 4-5 minutos, agrega la pasta y cuece todo durante 11 minutos más.

Escurre los ingredientes y ponlos en un bol grande. Agrega el pesto y un poco del agua de la cocción (100-150 ml.) de la pasta, y mezcla bien.

Sirve en 4 platos, muéleles encima un poco de pimienta y decóralos con unas hojas de perejil.
Consejo
Para que la pasta quede en su punto es importante respetar los tiempos de cocción que indica el fabricante de la pasta.
Beneficios saludables de esta receta
Las judías verdes aportan muy pocas calorías y un montón de nutrientes. Son ricas en fibra, lo que favorece la digestión y ayuda a mantenernos llenos más tiempo, algo ideal si estás cuidando tu peso. También tienen antioxidantes naturales como la vitamina C y compuestos vegetales que ayudan a combatir la inflamación.
La patata cocida es otro ingrediente que merece cariño: lejos de lo que se suele pensar, es una buena fuente de energía de liberación lenta, sobre todo si se enfría después de cocerla, lo que potencia su almidón resistente (¡amigo de la microbiota intestinal!). Aporta minerales como el potasio, útil para prevenir calambres y regular la presión arterial, y vitaminas del grupo B que ayudan a convertir los alimentos en energía.
Y el pesto... ¡qué delicia! Aunque calórico, está lleno de ingredientes beneficiosos. El aceite de oliva virgen extra aporta grasas monoinsaturadas que cuidan el corazón, mientras que los piñones y el parmesano ofrecen proteínas y minerales como el zinc y el calcio. La albahaca, por su parte, tiene propiedades digestivas y un toque antioxidante que no viene nada mal. Si haces el pesto en casa, puedes incluso ajustar la cantidad de queso o aceite para adaptarlo a tus necesidades.
Publicidad