Joseba Arguiñano: carpaccio de tomate sobre crema de anacardo, un entrante elegante, ligero, vegano y lleno de sabor

¡Qué receta más moderna y fresquita! El carpaccio de tomate sobre crema de anacardo no solo suena elegante, sino que tiene un perfil nutricional muy interesante, ideal para quienes buscan algo ligero, vegano y lleno de sabor.

Ingredientes, para 4 personas

• 4 tomates medianos
• 6 filetes de anchoa en aceite
• 4 guindillas en vinagre
• 40 g de hojas variadas de lechuga (limpias)
• 30 g de queso parmesano (en lascas)
• 125 ml de aceite de oliva virgen extra
• 2 cucharadas de vinagre de Módena
• 1 cucharadita de mostaza Dijon
• Sal
• Perejil

Para la crema de anacardo:

• 260 g de anacardos (remojados de víspera)
• 150 ml de agua
• 1 limón
• 2 cucharadas de vinagre de manzana
• Sal

Elaboración

Para la crema de anacardo, corta el limón por la mitad, exprímelo y pon el zumo en una picadora. Escurre los anacardos e incorpóralos a la picadora. Añade el vinagre de manzana, una pizca de sal y el agua. Tritura los ingredientes hasta que consigas una pasta homogénea y resérvala.

Corta las anchoas finamente y ponlas en un bol. Corta las guindillas por la mitad a lo largo, retírales las semillas, córtalas finamente e incorpóralas al bol. Sazona y agrega la mostaza, el vinagre y el aceite, y bate los ingredientes con una varilla manual hasta que emulsionen.

Corta los tomates en lonchas finas.

Sirve la crema de anacardo en la base de 4 platos. Reparte encima (por el contorno de los platos) las lonchas de tomate (1 por plato). Coloca las hojas de lechuga en el centro de los platos, salpícalos con las lascas de queso y aderézalos con la vinagreta. Decora los platos con unas hojas de perejil.

Consejo

El tomate se reseca con facilidad, por lo que os recomiendo cortarlos en rodajas (en carpaccio) justo antes de montar el plato para consumirlo al momento.

BENEFICIOS:

El tomate, protagonista principal, es una joyita en cuanto a antioxidantes. Destaca el licopeno, que ayuda a proteger las células del envejecimiento y es especialmente beneficioso para la salud cardiovascular y la piel. Además, tiene mucha vitamina C, que refuerza el sistema inmune, y es muy hidratante gracias a su alto contenido en agua. Al ir crudo en forma de carpaccio, conserva todos sus nutrientes intactos.

La crema de anacardo aporta una textura cremosa sin necesidad de usar lácteos ni grasas saturadas. Los anacardos son ricos en grasas saludables, magnesio (que ayuda a relajar músculos y nervios) y proteínas vegetales. También contienen triptófano, un aminoácido relacionado con el buen estado de ánimo. Eso sí, como son calóricos, la clave está en usar una cantidad moderada y combinarlos con ingredientes ligeros como el tomate.

Si a este plato le añades un toque de albahaca fresca, un chorrito de aceite de oliva virgen extra o un poco de limón, ya tienes un entrante perfecto: refrescante, nutritivo, y que además entra por los ojos. Ideal para cuidarte sin dejar de disfrutar.