El mayor reto de Alberto: dar un discurso oral en la universidad

Alberto, un joven de tan solo 19 años y natural de Zaragoza, acude al programa ‘De hoy en un año’, para hacer frente a un problema que le lleva persiguiendo desde los 11 años: la tartamudez.

El objetivo que quiere conseguir después de un año lo tiene claro: dar un discurso en su universidad. Hablar en público es su mayor reto, ya que es ahí donde más le cuesta hacerlo con fluidez. Alberto ha sufrido mucho cuando ha tenido que hacer exposiciones en el instituto y en la universidad. Por eso, quiere hacer frente a sus miedos de una vez por todas.

Entablar una conversación normal, el sueño más honrado

Cada uno de los 365 días de este último año ha sido todo un reto para Alberto. Después de pasar una adolescencia donde la tartamudez le dificultada comunicarse y le pasaba malos tragos, se ha propuesto superar ese problema con la ayuda de Anna, psicóloga y logopeda.

Quiere conseguir tener un discurso fluido, algo que ha echado en falta durante sus etapas en el instituto y, después, en la universidad. “Intento protegerle porque hay gente que se ríe de ello, y es un problema como cualquier otro”, confiesa su hermana Marina, defendiéndole.

Al igual que Marina, Isabel y Salvador, sus padres, también van a estar a su lado apoyándole en esta dura pero próspero camino. Todos confían en Alberto, solo tiene que creérselo. Porque lo demás lo tiene.

Una aspiración que quiere compartir ante un público que está muy orgulloso de él

Un año después, Alberto se reencuentra con Pedro García. Pero esta vez no hay apenas disrupción en su discurso y se le ve feliz. Ha logrado su objetivo de hablar en público. Pero, ¿cómo le habrá ido durante su discurso en la universidad?

Tras ver el vídeo de su evolución, Alberto se emociona, no puede creerse todo su progreso en este último año. Gracias a mucho esfuerzo y dedicación en los ejercicios que su logopeda le aconsejaba realizar, Alberto ha conseguido su sueño de hablar frente a sus compañeros y profesores de la universidad. Sus padres y su hermana, abrumados, no se lo podían creer, lo había logrado.

Alberto, un joven con muchos más sueños por delante, ha cumplido el primero y el más difícil hasta ahora, una clara muestra de que absolutamente nada es inalcanzable.