Altas temperaturas
¿Quiénes son más sensibles a altas temperaturas y cómo detectar un golpe de calor?
Con la llegada de las altas temperaturas se recomienda refrescarse e hidratarse y prevenir y evitar el calor directo.
Se registran altas temperaturas en los últimos días. En estos casos, es posible que se produzcan golpes de calor. Se dan cuando el termómetro del cuerpo marca más de 40 grados. Es lo que se llama una insolación. En España se estiman cada año 1.300 muertes por golpes de calor.
El Ministerio de Sanidad ha lanzado ciertas recomendaciones para enfrentarnos al calor. Un golpe de calor se puede producir por estar en un lugar cerrado con amplias temperaturas o por estar expuesto demasiado directamente al sol. Cualquier persona puede ser afectado por un golpe de calor.
Sin embargo, hay quienes son más sensibles. Así lo explica Boticaria García. Es el caso de los bebés y los niños, bebés con fiebre por otra causa o diarrea, enfermos crónicos, niños obesos o desnutridos o personas mayores.
¿Cómo evitar un golpe de calor?
Para evitar un golpe de calor ante las altas temperaturas, hay que mantenerse hidratado, evitar el alcohol y las comidas copiosas. También no hay que exponerse al sol en horas centrales.
No hay que hacer ejercicio físico al aire libre en las horas de más calor y los grupos más vulnerables no deben salir a la calle en esos tramos.
¿Cómo detectar un golpe de calor?
Para saber si estás sufriendo un golpe de calor o si alguien lo está padeciendo, hay unos claros síntomas. El primero es notar una sed intensa o sequedad en la boca. Por ello se recomienda beber aunque no se tenga sed.
Tener una mayor temperatura mayor a 39 grados en la axila. También que se tenga mucho sudor, agotamiento, cansancio o debilidad. Un golpe de calor puede producir mareos o desmayo, calambres musculares o vértigo.
Puedes sentir dolor de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos junto con dolor de cabeza. Incluso se puede sentir desorientación, delirio o convulsiones.