La yinkana de alquilar: "Te sientes como en un casting, hay que ser el mejor candidato"

El precio es la primera barrera pero no la única ni la más infranqueable. Una vez que los futuros inquilinos pueden permitirse pagar los precios de unos alquileres desorbitados empieza la verdadera pesadilla, hay que competir por esa casa con una larga lista de candidatos.

Esta experiencia es el día a día de Cristina, lleva más de un año buscando una casa de un dormitorio en Madrid con un presupuesto de unos 800 euros, por unas cosas o por otras hasta hoy no ha conseguido alquilar una casa. Nada más llamar, por teléfono, explica Cristina ya te preguntan "qué haces, en qué trabajas, qué nómina tienes, para cuántas personas es, el tiempo que te vas a quedar de alquiler..." Incluso te hacen preguntas muy personales nos cuenta. A ella le han llegado a preguntar sobre si tenía pareja y cuánto tiempo llevamos juntos. Esto antes incluso de ir a ver la vivienda.

Alquilar es como pasar un casting

Los que logran pasar esta primera criba se enfrentan a la segunda, ser seleccionados por la inmobiliaria y el propietario entre muchos otros que también han pasado el filtro de tener ingresos suficientes y no estar en un fichero de morosos. Cuando entras en la casa te encuentras a ocho ó nueve personas allí. "Es como una oposición, tienes que ser el mejor, tener el mejor trabajo y caerles bien a los propietarios" nos cuenta Cristina. Al final te sientes como en una competición, una oposición donde tienes que ser el mejor si quieres alquilar esa vivienda.

Esta odisea también le suena a Ana. Ella y su hija llegaron hace meses a Madrid para instalarse aquí. Las dos tienen nacionalidad española y su hija venía con un contrato de trabajo bajo el brazo con un buen sueldo. Ni con esto han podido alquilar fácilmente una casa. Mientras encontraban casa de alquiler se instalaron en un alojamiento turístico. Después de mucho buscar tuvieron "suerte" de que un propietario les alquilara una casa de 40m2 por 1.000 euros al mes.

Los mil requisitos para alquilar

Es la realidad de un mercado de alquiler donde no hay viviendas. Jesús Pina, Director comercial de Inmobiliarias Encuentro, asegura que todos los días casi una docena de personas entran en su inmobiliaria buscando una casa de alquiler. No hay casas y lo poco que hay se alquila en horas. En esta situación los propietarios pueden elegir. Hoy en día, afirma Jesús, "alquilar un piso es como una yincana, es como pasar un casting" hay mucha demanda y muy poca oferta. Hay colas para alquilar una vivienda y los candidatos compiten unos con otros. Algunos están tan desesperados que "antes de ver el piso dejan pagada la reserva".

Los jóvenes, los inmigrantes y las personas solteras son los que peor lo tienen porque los propietarios prefieren otros perfiles para alquilar. Antes que alquilar a una persona sólo buscan dos con sueldos más modestos porque piensan que si uno se queda sin trabajo el otro podrá pagar. Los jóvenes si no van con el aval de los padres tampoco lo tienen fácil y si el candidato es inmigrante tiene menos posibilidades de ser elegido, esto nadie lo dice abiertamente porque no es legal pero al realidad es que ocurre.

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