Sus okupas les meten perros en casa y están un año sin limpiar excrementos y orines: "No se podía ni respirar"

Los propietarios de una vivienda de Alhaurín de la Torre (Málaga) no dan crédito a lo que se han encontrado cuando el inmueble ha sido desokupado. Juan Carlos, propietario, alquiló la casa a una familia. Cuenta que eran buenos inquilinos pero en la pandemia comenzaron a tener problemas económicos. Le dijeron a los propietarios que no podrían seguir pagando y acordaron que solo se harían cargo de los gastos de luz y agua. Sin embargo, 4 meses después dejaron de hacerse cargo también de los suministros.

Esta familia les pidió que abandonaran la casa pero no lo hicieron y además les amenazaron con destrozar la vivienda, promesa que han terminado cumpliendo. En el último año la casa ha estado okupada por perros. Cuando la familia ha podido volver a entrar en la vivienda se han encontrado las estancias destrozadas e inundadas de excrementos y orines de estos animales. "No se puede estar aquí del olor", lamenta esta familia.

Creen que el inmueble ha sido usado como una propiedad canina. "Durante un año y pico ellos se fueron pero dejaron a los perros nada más", apuntan. Aseguran que los inquiokupas solo iban a la casa para dar de comer a los animales pero nunca limpiaban los excrementos y la casa se convirtió en un espacio insalubre.

Cuando los propietarios se acercaban a la vivienda veían en la ventana a uno de los perros porque no podían respirar dentro teniendo en cuenta la suciedad y el mal olor. Intentaron volver a entrar en su casa pero cundo se acercaban, los perros iban a atacarles. "Eran perros peligrosos y les tenía enseñados para defender el campos. Algunos vecinos se quejaron de que no podían pasear por la zona porque los perros salían a morder a las personas", cuentan.

Descartan alquilar la vivienda de nuevo después de esta mala experiencia

Descartan alquilar de nuevo la vivienda y la arreglarán poco a poco para disfrutarla. Cuenta que son una familia humilde y de 3 hermanos solo trabaja uno . "Nos dijo que nos iba a destrozar la casa y ha cumplido su palabra. Hemos gastado más de 6.000 euros en luz y agua".

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