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PENDIENTES DE LA PUBLICACIÓN DEL AUTO
¿Sentará el juez Castro a la Infanta en el banquillo por el caso Nóos?
El juez Castro puede hacer público en cualquier momento el auto que marcará el destino judicial de la Infanta Cristina. El juez sigue pensando que fue cooperadora necesaria en los delitos fiscales de su marido y sostiene que no se le puede aplicar la doctrina Botín. Por lo tanto, si no hay ningún cambio de última hora, será el primer miembro de la Casa Real que se siente en un banquillo.
La Infanta Cristina está imputada por dos delitos contra la Hacienda Pública en grado de cooperadora necesaria. El papel que ejerció en la sociedad Aizoon, de la que es copropietaria al 50 por ciento junto a su marido, Iñaki Urdangarín, le puso en el punto de mira del juez Castro. Tras desimputarla de un delito de blanqueo de capitales, el magistrado consideró que utilizó la empresa patrimonial para defraudar un total de 337.138 euros en las cuotas del IRPF correspondientes a los años 2007 y 2008. Y lo hizo al facturar a través de la misma -como rendimientos de actividades económicas- las retribuciones que cobró de entidades privadas por su condición de consejero asesor. Todo ello con el objetivo de tributar menos en su declaración de la renta. Fue el propio Castro , el que aseguró que Aizoon era una sociedad pantalla de la que se valió Urdangarín para cobrar las asesorías como si de rendimientos profesionales se tratara y no de servicios personales. Y de la que la hermana del Rey Felipe VI se beneficiaba. Según el auto de imputación se gastó dinero público desviado de Nóos a Aizoon en la reforma de su casa de Pedralbes, en obras de arte, en clases de salsa y de merengue, en vestidos, viajes de lujo y en cumpleaños infantiles.
Sin embargo, el mantenimiento de la imputación de la infanta Cristina por estos dos delitos fiscales no implica necesariamente que vaya a sentarse en el banquillo de los acusados en el juicio del caso Nóos. Esta decisión depende única y esclusivamente de Castro. El juez instructor podría aplicar la llamada 'doctrina Botín' que permite a un imputado por delito fiscal librarse del juicio oral si no hay acusación pública o particular. En este caso, ni el fiscal anticorrpción Pedro Horrach y ni Abogacía del Estado ni Hacienda acusan a la Infanta de nada. Lo hace sólo la acusación popular Manos Limpias.
Por lo tanto, el futuro de la Infanta Cristina está de nuevo en las manos del juez Castro. El magistrado previsiblemente pondrá punto y final a cuatro años de instrucción, a lo largo de esta semana. En breve publicará el auto donde anunciará la apertura del juico por el fraude de la trama del caso noos y donde sabremos si por primera vez un miembro de la familia del rey se sentará en el banquillo de los acusados.
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