Violencia
La Policía investiga si la reyerta en el metro de Madrid fue una pelea entre bandas juveniles: "La situación se va complicando"
Una multitudinaria pelea en el metro de Madrid se ha saldado con una quincena de detenidos y dos heridos. Los investigadores tratan de determinar si el ataque se debe a un pelea entre bandas juveniles. Hablamos con la exreina de los Lating Kings, Mariah Oliver, sobre la situación de estas bandas.
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No es la primera vez que ocurre. En la estación de Batán ya son habituales los robos y la violencia. Un nuevo incidente vuelve a poner el foco en esta zona. Varias personas de nacionalidades y edades diferentes han provocado el altercado en el metro. La riña ha tenido lugar en la estación del suburbano y, después, ha continuado a la salida.
Los dos heridos han presentado contusiones, uno de ellos herido por arma blanca, aunque no se encuentra en estado de gravedad. La policía continúa investigando si se trata de bandas juveniles rivales.
En las redes sociales circula un vídeo en el que se observan algunos momentos del altercado: dentro del vagón se ve claramente a un joven golpear con un cinturón a varios jóvenes. El resto de los pasajeros huyen, los jóvenes se bajan al andén. También se ven imágenes de los heridos y las manchas de sangre en el suelo.
Mariah Oliver, exreina de los Latin Kings
Como escribíamos unas líneas más arriba todavía la Policía sigue investigando el origen de la pelea. En Espejo Público hemos hablado con una exreina de los Latin Kings, Mariah Oliver, ahora investiga la evolución de bandas juveniles en 12 países y da charlas a jóvenes sobre su caso. Hace un llamamiento generalizado: “La situación con los grupos se va deteriorando y se va complicando, porque estamos actuando a posteriori. Cuando suceden estas cosas planteamos planes de actuación y de castigo pero se sigue trabajando muy poquito en la prevención. Estamos flojos en prevención todavía”.
Mariah habla de lo complicado que es salir de estos grupos: “Hago prevención en centros educativos y trato de explicarles la distancia y la longitud que puede alcanzar un ciclo de violencia. En un momento determinado les puede hacer gracia participar en una pelea con más jóvenes o pueden considerar que están defendiendo a un amigo o que les están defendiendo a ellos mismos de una agresión que han recibido, pero esos ciclos son interminables. Es decir, una vez que uno entra en una espiral de violencia de ahí es muy complicado salir”.
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También reclama una mejor planificación por parte de las administraciones ya que asegura “que se está haciendo de forma muy fraccionada”. Detrás existen grupos, asociaciones y personas que trabajan con los chavales para encauzar ese sentimiento de pertenencia: “A veces nos llegan los planes desde arriba. Administrativamente se diseña un plan que no tiene en cuenta a todas las entidades que están haciendo este trabajo y con las que se debería contar para diseñar planes que ya sabemos que funcionan”.
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