Crecimiento personal

¿Padeces el síndrome del impostor? Así puede ayudarte a superarlo la 'biocomunicación'

Sentir que todos los avances profesionales que conseguimos no nos los merecemos tiene un nombre: el síndrome del impostor. Rafa Cordón nos enseña algunas técnicas para soportarlo que van más allá de nuestra mente. El cuerpo manda y mucho.

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Quienes padecen el síndrome del impostor están convencidos de que su éxito es un fraude y no merecen los cumplidos recibidos. Según los expertos 7 de cada 10 personas lo han sufrido alguna vez en su vida. Se trata de un trastorno que impide reconocer los logros de uno mismo.

Rafa Cordón es el autor del libro 'BioComunicación' y un experto sobre esta problemática. Cree que la principal razón de que se produzca este síndrome es la enorme sensibilidad que tiene el ser humano frente a los cambios vitales: de trabajo y de responsabilidad.

Esto genera un estado de incertidumbre que desencadena episodios de reducción de confianza y aumento del estrés. "Este es un círculo vicioso peligroso que si no se interrumpe puede derivar en situaciones más graves", explica.

Hay quienes incluso, a pesar de tener una carrera exitosa, siguen pensando que todo se debe a un golpe de buena suerte y que su fama puede desaparecer en cualquier momento.

Quienes padecen este síndrome tienen que recordar que no están solos y no sufrirlo en silencio

El síndrome del impostor provoca miedo, inseguridad y ansiedad. Nuestro propio cuerpo puede ayudarnos a combatirlo. Para recuperar la confianza en uno mismo el experto señala que es importante pensar que no estamos solos y no sufrirlo en silencio. Es un trastorno muy común que padece el 70% de la población, hombres y mujeres por igual y puede aparecer a cualquier edad.

Cuando se detecta este trastorno es importante pasar a la acción y recuperar la confianza en uno mismo. Para recuperarla podemos hacerlo desde nuera mente pero también desde nuestro cuerpo podemos trabajar en ello tal y como ha demostrado la ciencia.

Así podemos entrar en nuestra zona de confort desde nuestro cuerpo

Recomienda realizar un sencillo ejercicio de tan solo un minuto que consiste en soltar brazos, hombros y cuello. Ponemos los pies a la altura de los hombros para dar estabilidad. Miramos al frente para que toda la columna reduzca su presión. Ponemos las manos en la cintura para expandir nuestro cuerpo y a partir de ahí dibujamos una buena sonrisa. Haremos una respiración controlada durante un minuto, mantenemos y lo repetimos hasta que sintamos que estas entrando en nuestra zona de confort.

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