Una nueva pareja sospechosa en la desaparición de Madeleine McCann

Se busca una furgoneta blanca modelo Renault Trafic. Su último punto de localización y la fecha son Praia da luz entre finales de abril y primeros de mayo de 2007. Sus usuarioseran un grupo de entre 6 y 8 personas de nacionalidad británica que se dedicaban a limpiar los apartamentos de los complejos vacacionales. Es la primera vez que se investiga una furgoneta blanca de estas características con más de una persona en su interior.  Dos de ese grupo de 8 son de raza gitana según el principal testimonio. 
La única furgoneta blanca que la policía portuguesa investigó a fondo, la conducía un hombre de pelo oscuro que se alojaba en los mismos apartamentos que los Mcann.

El Ocean Club es uno de esos complejos donde conviven propietarios con apartamentos sólo en régimen de alquiler. Uno de esos propietarios habría alertado a la policía sobre la existencia de este servicio de limpieza que se anunciaba en Praia da Luz a través de carteles colocados en los distintos establecimientos aledaños a la playa. Se sospecha que pudieron ayudar a una pareja británica, hospedada en uno de estos apartamentos, que habría entrado en el 5A, la escena de la desaparición, tras haber escuchado a la pequeña Maddie llorar.

La propia Kate Mcann aseguraba en el plató de Espejo Público que la niña llevaba varios días llorando por la noche. Desde el propio complejo, reiteran que siempre han contado con un servicio de limpieza británico.

Un testimonio muy similar, aunque no coincidía la fecha, al que facilitó a la policía, Pamela Fenn, una viuda, 81 años. Vecina del apartamento de encima de los Mcann. Aseguró en su declaración ante la policía portuguesa, que la clave de esa posible desaparición estaba en el llanto desesperado de la pequeña Madeleine.  Son tan sólo dos de la veintena de testigos claves que la policía británica pretende ahora localizar y volver a interrogar en el marco de las nuevas lineas de la investigación, inusualmente bautizada como Operación Grange.