Okupación

"Mis inquiokupas realquilan camas por 400 euros", la pesadilla de una propietaria en Mallorca

La propietaria alquiló la casa hace tres años, dos años después deja de pagar y ahora se ha convertido en "inquiokupa" y alquilan las camas que hay en la casa.

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Esta historia podría ser el colmo de la okupación. María Vicenta tenía una casa en Mallorca, decide alquilarla en 2020 y cierra un contrato de alquiler con sus inquilinos. Hasta aquí todo normal. Mes a mes le pagan la renta pactada pero tras dos años, en agosto de 2022, de repente los inquilinos dejan de pagar. Desde entonces no recibe ni un euro y para colmo se entera que los inquilinos, convertidos en okupas, se dedican a alquilar las camas que hay en la casa. Es una vivienda grande de 120 metros cuadrados con cuatro habitaciones situada en Palma de Mallorca.

Cama por 400 euros en Mallorca

Los propietarios de la casa están desesperados porque no saben qué hacer para echar de su casa a esta mujer que realquila las camas de la vivienda en la que vive con su hijo menor de 2 años. Al vivir con un menor de edad se engloba dentro de lo que se considera escudo social, situaciones que se protegen especialmente y aquí la ley ampara a los inquilinos por considerar que están en una situación de vulnerabilidad. Pero detrás de esta supuesta situación vulnerable, denuncia María Vicenta, la propietaria de la casa, lo que ocurre es que se realquilan las camas por 400 euros. Si hacemos cuentas y contando que en esta casa supuestamente para cuatro personas hay siete camas, al final la "inquiokupa" se saca 2.800 euros al mes. A esto hay que añadirle que además cobra 400 euros de depósito a cada subinquilino y otros 20 euros al mes por el gasto en productos de limpieza. Un dinero que evidentemente no declara y es dinero negro.

Mientras la inquilina, que ahora se ha convertido en okupa, se saca un buen suelto realquilando la vivienda de María Vicenta, ella sigue esperando una solución. Desde hace meses tiene que estar en tratamiento psicológico y nos cuenta que hasta octubre no le han dado fecha en los juzgados porque todo va muy lento. María Vicenta se siente víctima de una estafa porque "la inquilina le dio los datos, el D.N.I. y las nóminas de una amiga y no eran los suyos" según nos explica en el programa "Espejo Público".

A la espera de que resuelvan los juzgados

Todo se destapó porque una subinquilina avisó a la propietaria de que su piso se estaba utilizando para realquilar camas. Entonces empezó a investigar y descubrió a su actual okupa brindando con champán en las redes sociales mientras a ella no le pagaba el alquiler desde hace meses. Un nivel de vida que, asegura, está muy lejos de ser vulnerable. Legalmente, afirma María Vicenta, su "inquiokupa" recibe ayudas sociales mientras sigue de okupa en su piso y cobrando dinero en negro al alquilar las camas que hay en la casa.

Ahora mismo la propietaria está pendiente de que los juzgados vean su caso y decidan si la "inquiokupa" tiene o no derecho a seguir viviendo en la casa de María Vicenta. Tiene dos procesos abiertos uno por lo penal y otro por lo civil. Al final, si consigue sacarlos de su casa habrá estado más de un año sin cobrar e inmersa en un proceso judicial. Además de todo esto la propietaria nos cuenta que es una vivienda de la que sigue pagando una hipotecas y tiene que hacer frente a los gastos de su hijo que tiene una minusvalía.

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