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SECUESTRO PARENTAL EN CUENCA
María Sevilla vivía obsesionada con el conflicto que tenía por su marido y su hijo con los servicios sociales
María Sevilla, la mujer que mantenía secuestrado a su hijo de 11 años en una finca de Villar de Cañas (Cuenca) sin contacto con el exterior e incumpliendo una orden judicial era una gran defensora de los menores en distintos aforos públicos.
Ruth Arroyo es la abogada de Rafael, el padre del niño de 11 año que fue secuestrado por su madre, María Sevilla en una finca de Villar de Cañas (Cuenca). Asegura que desde 2012 han mantenido un pleito feroz con la madre de su hijo, peleando incesantemente por su custodia. "Él ha estado devastado. Yo creí en él desde el primer momento y me transmitía mucha seguridad. Las expresiones que hacía el niño estaban dirigidas por su madre", asegura.
Lamenta que las denuncias falsas que María le puso al padre de su hijo, en las que aseguraba que había abusado sexualmente del pequeño, puedan quedar impunes. Asegura que Rafael es un trabajador común que ha decidido dedicar sus ingresos a recuperar a su hijo pero no ha centrado sus acciones legales en reprobar por la vía judicial estos hechos. "Por desagracia la Fiscalía no actúa de oficio", lamenta.
Victoriano Fernández es el presidente de Familias para la Sociedad del Siglo XXI. Conoce bien a María Sevilla y la defiende. Considera que María era una persona moderada con un discurso coherente como directora de la asociación Infancia Libre. "María estaba obsesionada con el conflicto que tenía con su marido y con el trato que recibía de los servicios psicosociales", destaca.
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