El asesinato por el que ha sido condenada Angie ocurrió el 19 de febrero del 2008 en un apartamento de alquiler por horas, situado en el barrio de Grácia de Barcelona. Allí, Ángeles Molina adormeció a su amiga con una sustancia que no se ha podido determinar, la asfixió con una bolsa de plástico que le puso en el cuello y posteriormente la impregnó con el semen que previamente había adquirido de dos gigolós para simular un móvil sexual.

Su pretensión era cobrar ocho seguros de vida que ella misma había contratado suplantando la identidad de la víctima. La audiencia provincial considera probados los delitos de asesinato, estafa y falsificación de documento mercantil.