Reclamación

La madre indemnizada por la Junta después de quitarle la custodia de sus hijas: "Me desmayé y se fueron tan felices"

Ana y sus hijas serán indemnizadas con 150.000 euros por la Junta de Castilla y León después de que servicios sociales le quitara la custodia de las niñas de manera "injustificada precipitada y desproporcionada".

La Junta de Castilla y León ha sido condenada por "la retirada injustificada precipitada y desproporcionada" de la tutela de sus hijas mellizas a Ana. Todo se precipitó tras una discusión entre las madre y niñas por el uso del teléfono móvil. Ana es la madre que tendrá que ser indemnizada y víctima de este atropello.

Los hechos tuvieron lugar en el año 2015. Ana es una madre soltera que está a cargo de dos hijas adolescentes. En un momento dado pide ayuda a un programa de servicios sociales para mejorar la relación con sus hijas a través de un trabajador social que fue al colegio. Ana estaba preocupada por su entrada en el instituto de las niñas y le pareció apropiado que le ayudaran con este programa.

Un día la monitora le aconseja quitarle el teléfono a su hija porque pasa mucho tiempo con el móvil. Siguiendo su consejo se enfrentó a la niña y le quitó el terminal. La hija se opuso a esto, el teléfono voló por los aires y terminó en la estufa. Cuando volvió la asistente le contaron la historia y esta abrió una historia considerando que las menores estaban en situación de riesgo.

"Se presentaron unas personas en el colegio preguntándole a las niñas si tenían agua caliente o si se duchaba"

Días después presentan unas personas en el colegio de las niñas preguntándoles cosas como si tenían agua caliente o si se duchan. "Vinieron también a mi casa y me hablaron con un tono súper humillante, despreciándome y diciéndome que me iban a quitar las niñas", explica la madre.

Pasa un tiempo y un buen día los asistentes sociales acompañados de la Guardia Civil las sacan del colegio. "A mí me entregan un papel, yo me desmayo y se larga todo el mundo tan feliz. No sabía dónde las llevaban y solo podía verles una vez al mes". La Junta ahora las indemnizará con 150.000 euros. La fundación Raíces les ayudó a denunciar el caso y conseguir justicia.

"Fue muy traumático vivir un año separadas de nuestra madre"

Mikaela y Ángela, las hijas de Ana, están contentas de que se haya hecho justicia y que se visibilice esta situación. Pasaron un año separadas de su madre pero lo recuerdan de una manera muy traumática. Vivían en el campo y las apartaron de todo lo que les gustaba. "Es un sitio muy hostil porque estás conviviendo con muchos jóvenes que también tienen sus problemas y también los ves frustrados", recuerdan.