Denuncia
El infierno de los niños de Colmenar Viejo al que puso fin un profesor de instituto
El padre de los niños, médico en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, se enfrenta junto a su mujer a varios delitos, entre ellosmaltrato y abandono de deberes familiares. Un profesor de instituto denunció el calvario que había contado la hija mayor a sus compañeras de clase. A partir de aquí se destapó las condiciones infrahumanas en las que vivían estos niños.
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En el foco de la investigación se encuentra el padre. El presunto maltratador de sus ocho hijos en su vivienda de Colmenar Viejo (Madrid). Supuestamente, actuaba ante la pasividad de la madre, víctima de violencia de género y totalmente sometida por su marido. Los castigos a los niños eran habituales: golpes, insultos y encierros. Varios vecinos fueron testigo del sufrimiento de uno de los pequeños, obligado a estar solo en el patio de la casa.
La conducta de la familia era extraña pero nadie intuía la gravedad de lo que ocurría tras estos muros. Nadie sospechaba del padre, facultativo en urgencias del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid. Este médico, ahora investigado, por maltrato sigue en su puesto de trabajo. La Consejería de Sanidad de Madrid le ha abierto un expediente con instructor por la supuesta sustracción de material sanitario, que la Guardia Civil halló en el registro de la vivienda. El hospital está dispuesto a colaborar con la justicia, pero de momento no ha sido inhabilitado.
La hija mayor, de 14 años, hizo saltar las alarmas contando el infierno que sufría a sus compañeros de clase
La niña mayor, de 14 años, hizo saltar las alarmas cuando contó a sus compañeras de instituto el infierno que sufría. Los padres han perdido la patria potestad de sus hijos. Vivían en condiciones infrahumanas, entre suciedad. Se enfrentan a varios delitos, entre ellos maltrato y abandono de deberes familiares. Los niños intentan recuperarse en un centro de acogida de la Comunidad de Madrid.
El periodista Luis Fernando Durán señala que ya hace dos años la mayor puso una denuncia contra su padre por maltrato en el ámbito familiar. Finalmente la joven decidió retirar la denuncia después de que la madre la convenciera para que no siguiese adelante.
El director del colegio juega un papel clave para desenmascarar la trama. Es él quien detecta que los chicos no acuden al centro escolar. Hay un absentismo que él denuncia frente a la Policía local que contacta con la Guardia Civil que empieza a investigar a esta familia. El docente insiste en que los niños están mal cuidados.
Según explica Durán el padre de familia trabajaba como facultativo en una sociedad privada por las tardes y hace 6 años montó una sociedad de abastecimiento de productos sanitarios para determinadas empresas. Él dice que cuando cierra esa empresa sanitaria se lleva parte del material a su casa pero niega haber robado nada. Apunta demás el periodista que los padres mantenían un enfrentamiento con la educación de los hijos. El padre estaba muy metido en su vorágine laborall y no se relacionaba apenas.
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