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JULIO JOSÉ ARAUJO, PRNCIPAL IMPUTADO

Graves contradicciones en la declaración de la expareja de Sonia Iglesias

La misteriosa desaparción de Sonia Iglesias podría estar más cerca de resolverse después de las últimas informaciones. Ya han pasado 3 años y el princial sospechoso de su desaparición es su pareja Julio José Araujo quien ha incurrido en numerosas contradicciones en su declaración ante el juez.

Sonia Iglesias fue con su novio al centro de Pontevedra, dejó unos zapatos para que se los arreglasen y a partir de ahí se le pierde la pista. Se acaba de levantar el secreto de sumario y, tras analizarlos, Espejo Público ha comprobado las numerosas contradicciones en las que incurrió Julio José Araujo y que le han convertido en el único imputado hasta la fecha.

Primera contradicción de Julio José Araujo: ¿Cuándo fue la última vez que vio a Sonia Iglesias?. Según el imputado, dejó a su mujer en el zapatero, la esperó durante 6 ó 7 minutos, la joven se metió de nuevo en el coche, pero al ver que la circulación estaba parada por un atasco, se bajó de él para ir andando. Los comercios de la zona confirmaron que en esa calle nunca hay tráfico, que es muy tranquila, pero lo que determina que Julio José miente, según el sumario, son las cámaras de seguridad. "Se visionó la cámara de video grabación de tráfico de lo Policía Local del Ayuntamiento de Pontevedra durante el tramo entre las 9:30 y las 10:30, observándose que la circulación fue totalmente fluida".

Otra contradicción es la hora a la que llegó a su casa. Araujo asegura que tras dejar a Sonia haciendo recados se fue a un bar, a otro bar y acabó haciendo las tareas de la casa en su domicilio hasta que se registra la llamada de un amigo suyo a su teléfono fijo a las 11:40 horas. "La hora de la llegada al zapatero fue sobre las 10 de la mañana. Por lo que tenemos como mínimo una hora en la que Julio José no acredita su ubicación, si aceptamos las 11 de la mañana como hora en la que saludó a Samuel Martínez”, dueño de una tienda de alimentación por la que pasó".

Por otro lado, Julio José afirma que recogió a su suegra a las 14:50 horas para buscar juntos a su hija. Algo que no coincide ni con la versión de la madre, que lo cita a las 15:30, ni con una antena de telefonía que registra una llamada de Araujo a Sonia a las 15:11 horas a 10 kilómetros de Pontevedra. Una zona bastante lejos de la casa de su suegra, en pleno centro de Pontevedra. La policía asegura entonces que "la zona geográfica de Montecastrove, donde la antena de telefonía registró la llamada de Julio José a Sonia, por su orografía y cercanía a Pontevedra Ciudad se infiere como un lugar más que apropiado para deshacer y ocultar un cadáver".

La familia de Sonia, al no encontrarla interroga a su marido sobre sus problemas de pareja. Julio José niega una crisis y asegura que la noche anterior mantuvieron relaciones íntimas. De hecho, un preservativo en la basura lo confirmaría. Sin embargo las investigaciones no encuentran ningún resto bilógico de Sonia en el profiláctico, sólo hay restos de Araujo, por lo que la policía deduce lo siguiente. "El preservativo fue utilizado por Julio José para masturbarse con posterioridad a la desaparición de su pareja con la intención de usarlo como un elemento demostrativo que le permitiera cuestionar a quien pusiera en entredicho su relación sentimental".

Esta serie de contradicciones hacen que Julio José Araujo esté en el punto de mira de todas las investigaciones.

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