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TENÍA 1.400.000 EUROS EN SUIZA

Los excompañeros del sindicalista Fernández Villa le califican de "mafioso"

En Espejo Público hemos investigado el origen de la fortuna escondida del histórico sindicalista asturiano Fernández Villa. Una fortuna que afloró al intentar regularizar el propio sindicalista  1.400.000 euros que tenía en Suiza. Nadie sabe su origen y tampoco el paradero actual de Fernández Villa.

Son pocos los que se atreven a hablar de Fernández Villa entre sus compañeros en la lucha obrera, pero los que hablan lo hacen con la vehemencia y el hastío del que ha visto mucho y ya no puede callar. El sindicalista Antón Saavedra lo conoce bien, trabajó a su lado durante años y no le duelen prendas en referirse al exminero como un mafioso. ·"Es el capo famiglia. Una xercopia de los años 20 de Chicago".

Si en algo están de acuerdo los compañeros de Fernández Villa es que durante años acumuló todo el poder en Asturias. Desde que en 1979 fue nombrado secretario general del Sindicato Soma UGT, se convirtió en el hombre fuerte del socialismo asturiano. Joaquín Uría exvicepresidente del Montepío de la minería lo define así. "Tenía el poder de poner y quitar alcaldes y concejales, presidentes del principado e incluso presidentes de Cajastur".

Fernández Villa hacía y deshacía en las organizaciones que controlaba con un carácter autoritario y sin ninguna democracia interna, lo que le permitó crear una trama en la que nunca fue cuestionado y que le hizo rico. ¿De dónde sale todo el dinero? Sus excompañeros hablan de los fondos mineros de formación. "Una formación que no se realizaba en su totalidad", dice Saavedra. Otra fuente de riqueza para el sindicalista minero estaría en la trama carbonera. "Si vas a invertir en carbón, debes pagar la mordida y ahí sale la figura del recaudador que iba todos los meses a sus centros de trabajo a cobrar la mordida del empresario". Y sin olvidar el Montepía de la minería. "En una obra de 30 millones podría haber un sobrecoste de 10 millones".

Los sindicalistas nunca le perdonarán que se llevase crudo el dinero de los mineros mientras se llenaba la boca hablando de justicia e igualdad. "Hace más daño un traidor que 100 enemigos", dice uría. El mismo descubrió el pastel cuando decidió acogerse a la amnistía fiscal. Pero, ¿cómo es posible que un entramado así funcionara como una maquinaria perfectamente engrasada durante tantos años?.

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