Terremoto en Turquía
Dos españolas voluntarias en Turquía, víctimas del terremoto: "La calle es un panorama de escombros y casas demolidas"
Paula y María trabajan como voluntarias en Turquía. El terremoto las sorprendió en la cama, se asustaron y salieron a la calle. Vieron cómo se derrumbaba una mezquita y volvieron a casa en busca de refugio. Quieren seguir en el país ayudando a todos los que lo necesitan.
Paula y María tiene 27 y 23 años y trabajan como voluntarias en Gaziantep (Turquía). Estaban en la cama cuando sintieron el terremoto que ha dejado ya 3.400 fallecidos, solo en Turquía, y al menos 1.509 muertos en Siria.
Cuenta Paula que vivieron el primer terremoto asustadas y sin saber qué pasaba. Estaban dormidas y la cama comenzó a moverse. Pensaba que era su compañera de la litera de arriba que se estaba moviendo. Se asustaron mucho y salieron corriendo a la calle en busca de un lugar seguro por si pasaba algo peor. El edificio en el que residen fue reformado recientemente y tiene paredes muy gruesas que evitaron que el desperfecto fuera mayor. Se trata de un edificio de 2 pisos y el temblor no ha afectado tanto a la estructura de la casa.
"Ayudamos a quien lo necesita con comida y les dejamos que se queden a dormir en las instalaciones"
Forman parte de un programa de voluntariado en el que trabajan con menores, jóvenes y mujeres enseñándoles inglés y actividades sociales. Ahora mismo, la situación es muy crítica debido al terremoto y se centran en el trabajo de calle. Ayudan a quien lo necesita con comida e incluso dejan que duerman en las instalaciones de la asociación. Cuenta María que la primera vez que salieron a la calle tras el primer terremoto vieron la caída de la mezquita que tenían en frente tras lo cual se metieron en casa para estar más seguras.
Hoy han salido en busca de agua y han visto un panorama de escombros y casas demolidas. "Como nuestro edificio ha aguantado no nos dimos cuenta de que había sido tan grave", señala. Ahora mismo no tienen suministro de agua en casa y la luz va y viene. Sí han tenido luz durante toda la noche porque tienen su propio generador pero lamentan que haya muchas personas sin electricidad en unos días de frío intenso.
Quieren tranquilizar a sus familias que sepan que están bien y se van a quedar allí ayudando a todas las personas que les necesitan en este momento de crisis humanitaria.