El deporte perfecto para pacientes de cáncer de mama

Palean por la vida. Y por el deporte, y por juntarse e ir a tomar unas cervezas cuando acaban el entrenamiento. Porque se trata de disfrutar. Son supervivientes en sentido literal. Han superado el cáncer. O están en ello. Pero saben que el deporte es un compañero indispensable para sentirse bien y superar los dolores musculares que deja bajo el brazo el maldito linfedema. Esa inevitable secuela de la extirpación de mama y de ganglios linfáticos.

El ”Dragon boat” es un deporte perfecto para las pacientes de cáncer de mama

Todas ellas (y algunos también, porque un 2% de los pacientes de cáncer de mama son hombres), quedan dos veces por semana para remar. Practican una variante oriental de las populares traineras vascas: El “Dragon boat”. Reman en parejas, con ímpetu. Saben que si dejan de remar descompensan al equipo, y este sábado se la juegan en el estanque del Retiro en una competición en la que no sólo están ellas, sino también deportistas de otras categorías. Porque no es preceptiva la dichosa enfermedad para practicar este deporte.

Empezaron 8 y en apenas unos meses ya son 40 remeros con dos barcos

Alicia sale estresada del trabajo, sube al barco y se le pasan todos los males. Los de la quimio, los de la medicación, el desajuste hormonal y el dolor muscular. El barco lo resuelve todo. Como dice Vicky, “te olvidas del tratamiento, de la quimio… aquí todos nos ayudamos y nos animamos”. Sólo ver cómo una mujer recién diagnosticada se anima a remar en equipo, merece la pena. Sería interesante que algo tan grande tuviera algún tipo de ayuda oficial: ellas se pagan hasta los remos. Esos remos que les dan la vida.

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