De cantante de la orquesta Finisterre a conductora de autobús por el coronavirus

Laura Añón se sacó el carnet de conducir autobuses para conducir el de su orquesta. Añón era cantante en la orquesta Finisterre. La típica orquesta que se pasaba la temporada estival viajando de pueblo en pueblo para animar las verbenas.

Tras el impacto del coronavirus es el sector de la cultura el que necesita que lo animen. Laura estuvo 6 meses cobrando la prestación que le correspondía por su empleo pero cuando se vio sin ingresos no lo dudó dos veces y decidió dar un giro a su trayectoria.

Laura envió currículum a empresas de transportes para aprovechar su permiso de conducir autobuses y actualmente es conductora de un autobús infantil. Cuenta que son los propios niños los que le dan energía para realizar sus trayectos y vivir con alegría este giro de 360 grados en su vida.

Laura ha estado desde los 17 años en una orquesta. "El cambio ha sido radical. He pasado de acostarme a las 6.00 horas a levantarme a esa hora", bromea. "No hay ápice de luz y lo que queda es ver lo que pase día tras día o mes tras mes", señala.

A Laura no le gustaría retirarse forzosamente de los escenarios y su ilusión es poder volver a cantar en su orquesta.

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