Publicidad
SERA DEMOLIDA POR EL NUEVO PROPIETARIO
Cae "Mi Gitana", el último símbolo del esplendor de Muñoz y Pantoja
"Mi Gitana" es el último símbolo de esplendor de Julián e Isabel en Marbella. Demasiado ostentosa para un sueldo de alcalde y muy cara para las vaciadas cuentas de la tonadillera.Su compra despertó a Hacienda y ha acabado con ambos en prisión. Ahora será demolida tras adquirirla un nuevo propietario.
Fue su nido de amor y su perdición, el lugar donde Isabel y Julián, vivieron con gran pasión su relación, pero también el escenario de uno de los peores momentos de la vida de la cantante: su detención. Casi tres años en los que la pareja disfrutó aquí de fiestas y lujo. Más de 1.000 días de placer que terminaron en la más absoluta ruina para ambos, también para "Mi Gitana", punto de partida de su vertiginosa montaña rusa.
Ubicada en una de las mejores zonas de Marbella, la urbanización La Pera, Isabel Pantoja la compró en 2004 a nombre de la empresa Panriver. Para ello pidió un préstamo de 3,3 millones de euros. Casi 770 metros cuadrados reposados sobre un terreno privilegiado de 3.500, con todos las comodidades, inmejorables jardines, piscina de 120 metros cuadrados, sauna, cenador, barbacoa, suelos de mármol ... no podían pedir más. Pero lo que parecía iba a ser un refugio de amor, se convirtió en una tortura para ambos. La compra de este chalé desencadenó la investigación por blanqueo de capital y por lo que ahora los dos cumplen condena.
Con Muñoz entre rejas, comienzan los problemas económicos para Isabel Pantoja que en 2007 deja de pagar las cuotas de la hipoteca. La vida para ambos se desmoronaba, a la par que esta casa, que era embargada. "Mi Gitana" se deteriora por días, su abandono es total. Tanto que su nuevo dueño, un empresario inglés, que la ha adquirido por cerca de dos millones de euros, no ha querido ni remozarla, ha preferido derruir sus muros, dejarla en un solar sobre el que levantar un nuevo futuro, ocho años después.
La vivienda que escondió de miradas indiscretas el controvertido romance entre la tonadillera y el exalcalde de Marbella, Julián Muñoz, es ahora un nido de aves e insectos que en breve será derruido por completo. Pero mientras esto ocurre, sus paredes siguen albergando un sabor agridulce.
Publicidad