Traducciones en el Congreso
Así funciona la traducción simultánea a las lenguas cooficiales que estrena el Congreso
La premura por instalar el nuevo sistema de traducción simultánea ha obligado a los técnicos del Congreso a pedir ayuda al Senado para copiar su modelo.
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Este martes 19 de septiembre se estrena en el Congreso de los Diputados el sistema de traducción e interpretación a las cuatro lenguas cooficiales del Estado. Lo anunció la nueva presidente de la cámara, Francina Armengol, hace unos días. Habló entonces del "compromiso de la cámara con el catalán, el euskera, el gallego y el vasco" y ha precipitado su puesta en marcha para que esté listo esta misma semana a pesar de las reticencias de los letrados del Congreso, que creen que es demasiado pronto y no hay tiempo de hacerlo bien.
En Espejo Público han hablado con los técnicos del Senado y confirman que los del Congreso se han puesto en contacto con ellos para copiar su modelo. En la cámara alta los senadores pueden usar cualquiera de las lenguas oficiales en las Comunidades Autónomas desde 2011.
Por aquel entonces se puso en marcha el sistema y se adecuó la cámara para ello. Compraron 400 pinganillos por valor de 4.520 euros y se activó una bolsa de 25 intérpretes externos a los que van llamando cuando es necesario. En la cámara alta solamente traducen las intervenciones de los senadores en los plenos y para ello tienen presupuestado este año 2023, por ejemplo, 280.000 euros.
En el Congreso se multiplicará el trabajo
Pero en el Congreso se calcula que las cifras serán más altas porque no solamente van a traducir los plenos, también las comisiones y todos los documentos escritos. Eso incrementará inevitablemente los costes. Además el número de señorías es mucho mayor, en el Senado hay 256 senadores y en el Congreso 350 diputados.
El Parlamento Europeo como espejo
El objetivo que persiguen desde la cámara baja es que el sistema se implante lo antes posible y esperan que termine siendo algo tan mecánico y habitual como en el Parlamento Europeo, donde hay 24 lenguas oficiales y una plantilla de 1500 traductores e intérpretes. Una de las veces que se ha usado en el Congreso fue cuando Volodimir Zelensky intervino en directo por videoconferencia desde el parlamento ucraniano y sus señorías pudieron seguir su discurso a través de un pinganillo.
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