Ola de calor

La arquitectura: un gran aliado contra el calor

Gracias a su cubierta y a un sistema novedoso de enfriamiento del aire, el mercado de pescados de Mercamadrid ha logrado reducir su temperatura en 10º y 14º en verano. Hoy en espejo público hemos hablado con uno de los experto encargados del diseño de este tejado, Un ejemplo de cómo la arquitectura puede ayudar combatir el calor, incluso en pleno verano en la capital.

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En el mercado de pescados de Mercamadrid en las horas punta antes trabajan a 40º verano, ahora, sin embargo, hay días en los que sus empleados tienen que ponerse un forro polar para realizar su tarea diaria, “con temperaturas de 15º o 17º en julio y agosto, es decir, temperaturas de invierno”, afirma Germán Touriño, arquitecto del área técnica de Mercamadrid.

Esta bajada de la temperatura dentro de la nave de alrededor de 25 mil metros cuadrados se debe a dos sistemas. Por un lado, se limpió y pintó la superficie con una especie de aislante de color claro impermeable y altamente reflectante que impide el paso del calor “eliminando la incidencia de radiación solar sobre la cubierta”, nos cuenta Touriño. Es decir, no enfría el edificio sino que impide que el calor traspase de la chapa al interior del mercado, y solo con este cambio se logró bajar en 6/6º la temperatura de la nave.

El sistema de evaporación, el cambio más significativo

Sin embargo, el cambio más significativo es la instalación de un sistema de evaporación que sí ayuda a enfriar el mercado de pescados, , gracias 68 unidades instaladas en la cubierta compuestas únicamente por filtros de celulosa y ventiladores, que aprovechan el aire seco del exterior para expulsarlo en el interior reduciendo el calor en todo el mercado, con el plus de que “el olor a pesado desaparece, por la renovación de aire. Los trabajadores lo agradecen”, apunta el arquitecto. En suma, se aprovecha el hielo sobrante de la actividad diaria de los pescaderos para este sistema de evaporación, de manera que se enfría previamente el aire antes de entrar en el edificio gracias al uso de este hielo sorante.

La combinación de ambos sistemas: ahorro de 4 millones de euros

En un mercado donde las puertas de la calle se mantienen abiertas durante todo el día es muy complicado bajar la temperatura, pero la combinación de estos dos sistemas ha logrado reducirla considerablemente. Con este tándem han ahorrado en tan solo cuatro años alrededor de 4 millones de euros, lo que según Touriño supone un “ahorro del 80% de energía en comparación con un sistema equivalente”.

Esta misma madrugada, cuando Touriño ha llegado a la nave para trabajar la temperatura exterior era de 22º, pero dentro del mercado de pescados los termómetros marcaban los 13º. Lo que demuestra la importancia de tener en cuenta la arquitectura a la hora de regular la temperatura y como esta facilita notablemente el mantenimiento del pescado y la labor de los trabajadores en plena ola de calor en Madrid.

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