Okupación
Un alojamiento turístico, okupado desde semana Santa y con servicio: "¿Para qué un albergue? ¡Mejor un hotel de 5 estrellas!"
Un albergue de Granada, destinado a jóvenes, sufre una sorprendente situación desde hace meses. Una mujer se ha hecho con una habitación que se niega a abandonar. La ocupación dura ya más de 6 meses.
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Desde finales de marzo de este año, un albergue de Granada, perteneciente a la Junta de Andalucía, tiene una habitación menos en su oferta. No puede alojar todos los huéspedes para los que tiene espacio desde Semana Santa, que se celebró la última semana de marzo.
Muchas de las personas interesadas en hospedarse en este albergue juvenil reciben una curiosa respuesta cuando preguntan por su disponibilidad. El establecimiento no tiene hueco porque una de sus habitaciones ya está ocupada, hasta ahí nada extraño. Pero en este caso la estancia se encuentra okupada, sí, con 'k'.
Una mujer, Mercedes, de 52 años, es la 'inquilina' que se habría atrincherado en una de las habitaciones desde el pasado 27 de marzo. La periodista de Antena 3, ToñiPortillo, se ha desplazada hasta el albergue para informar de la situación en Espejo Público. Explicaba que la mujer llamó como cualquier otro cliente para realizar una reserva de dos días pero, al encontrar elevado el precio por noche, redujo la supuesta estancia a una sola noche. Sin embargo, pasado el tiempo que había contratado, la mujer no abandonaba el alojamiento.
Conflictos con los trabajadores, a la espera de una solución
Los días han seguido pasando y Mercedes permanece en el interior de la habitación. A lo largo de todos estos meses la mujer ha protagonizado varios desencuentros con empleados del albergue que incluso han requerido que acuda la Policía Nacional.
La Junta de Andalucía abría un expediente para que se produzca la salida de Mercedes de las instalaciones del albergue juvenil. Las autoridades judiciales han tratado de entregar una notificación de desalojo, pero la mujer se ha negado a abrir la puerta. Ante la imposibilidad de ser notificada la resolución del caso se está retrasando.
Ocupando varias plazas
La habitación don de está instalada la 'inquiokupa' se trata de una estancia doble que además cuenta con cuarto de baño propio, lo que estaría ocasionando un perjuicio económico considerable de más de medio año. A día de hoy, la deuda que tendría acumulada Mercedes con el albergue supera los 3.000 euros.
Los responsables de la Junta de Andalucía han estudiado la situación de la mujer, con la que han tratado de llegar a un acuerdo con ella en varias ocasiones.
La inquilina no deseada alega que no tiene otro sitio a donde ir, por lo que también se le ha legado a ofrecer ayuda de los Servicios Sociales y de Cruz Roja, asistencia que ha rechazado.
¿Nueva forma de ocupación?
La abogada Montse Suárez, colaboradora de Espejo Público, aportaba su opinión profesional de esta manera, recientemente aparecida, de ocupación.
Lo primero que reconocía la letrada es estar apasionada por este caso particular, en concreto por los obstáculos que está encontrando un organismo público para desalojar una propiedad suya: "Por primera vez veo cómo lo está pasando canutas la Administración. Está tomando una cucharada de su propia medicina".
Las trabas legales que estarían surgiendo en este caso están haciendo que el proceso de expulsión de la mujer se esté dilatando en el tiempo, con la gran repercusión económica que conlleva. Montse explicaba que pese a existir un procedimiento rápido que permita el desalojo de la mujer, pero que la habitación de un hotel o un albergue, como en este caso, legalmente constituye morada. Este matiz implica que se necesite una orden judicial explícita.
'Seguir llevándole cruasanes'
Susanna Griso y el resto los colaboradores presentes en plató expresaban su sorpresa al conocer que, para más indignación, la mujer tendría contratados servicios de cambio de toallas, parking, o desayuno, y seguiría beneficiándose de los mismos.
"¿Hay que seguir dándole toallas, comida...?", preguntaba la presentadora del programa. La abogada avisaba entonces que de no hacerlo se estaría asumiendo el riesgo de "sentarse en el banquillo por coacciones". Este hecho indignaba de tal forma a Carmen Ro, que cargada de ironía decía: "¿Para qué un albergue? ¡Mejor un hotel de 5 estrellas!".
Ángel Antonio Herrera, periodista y escritor, visiblemente indignado y molesto expresaba: "Estamos perdiendo muchas posibilidades de alojarnos en sitios gratis. ¡¿Cómo no lo voy a ver así, Griso?!".
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