Desalojo de la policía municipal de Madrid

El after ilegal donde alternaba Froilán duplicaba el aforo y solo tenía licencia de sauna

La policía municipal de Madrid desalojó en la madrugada del domingo un after ilegal en Madrid que excedía el aforo de manera "grave". Solo tenía licencia de sauna. Entre los clientes, se encontraba Froilán de Marichalar y Borbón, hijo de la infanta Elena. Espejo Público ha accedido a las imágenes del interior del establecimiento.

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Parecía un simple local de ocio nocturno, situado en la calle Orense de Madrid, en los conocidos bajos de Azca. Pero la policía municipal se llevó una verdadera sorpresa cuando atravesó la puerta del local. Fue en la madrugada del pasado domingo. Se trataba de un after ilegal. Así funcionaba a altas horas de la noche, pero por el día el mismo recinto albergaba supuestas actividades relacionadas con el intercambio de parejas e, incluso, de prostitución. Algunos clientes conocían el establecimiento como el "putiafter". Espejo Público ha tenido acceso al atestado policial que detalla la intervención. Además, hemos conocido con detalle cómo era el local por dentro a través de varias imágenes. La policía municipal lo desalojó a primera hora del domingo, tras la alerta de vecinos hartos del ruido de la música. Los agentes comprobaron que se duplicaba el aforo con creces, con riesgo para las personas. Doscientos veintinueve clientes alternaban en un espacio limitado a solo noventa y nueve personas.

Los agentes identificaron a una clientela muy variada. Entre ella, había ultras, empresarios conocidos, menores, algún alunicero y también un personaje de la realeza: Froilán de Marichalar y Borbón, hijo de la infanta Elena, nieto del rey emérito Juan Carlos I. El joven, de 24 años, es muy popular en los ambientes nocturnos de la capital. Ha llegado a decir que sus salidas sirven para apoyar a las empresas de ocio de la capital.

Además, entre los clientes habituales se encuentran algunos jugadores de fútbol de primera división.

Es sorprendente lo que la policía descubrió en su intervención. Un after abarrotado que en realidad solo tenía licencia de sauna.

Dentro, primero, un animado espacio con barra en el que un disc-jockey pinchaba música. Aquí encontraron ciento setenta y nueve personas, aunque el aforo era de solo sesenta. Pero había más. En total cuatro salas Vip, con camas, jacuzzi y duchas. Y es que, de tarde, el establecimiento funcionaba como local de intercambio de parejas, pero de madrugada los mismos reservados eran ocupados por los clientes del after. Estas estancias se podían alquilar por cantidades que rondaban los mil euros la noche. Según el atestado policial, las salas Vip solo podían albergar a dos personas, pero los agentes llegaron a contar hasta veinte en alguna de ellas.

Según los investigadores, en el recinto los clientes bailaban, bebían alcohol y fumaban en cachimbas. También algunos supuestamente se drogaban con la sustancia de moda entre los denominados pijos. La cocaína rosa, el "tusi". Una droga que se considera de lujo. Circula en los ambientes más pudientes y el precio del gramo puede alcanzar los 100 euros. La policía intervino varias dosis ocultas en la ropa de algunos clientes. Uno de ellos incluso intentó huir sin éxito por la salida de emergencia. También se intervino un chuchillo de grandes dimensiones. Un hombre lo tenía escondido en la espalda. En la inspección final, se hallaron restos de sustancias estupefacientes escondidas en los sofás y esparcidas por el suelo. Los clientes de este after ilegal se desprendieron de ellas en cuando se percataron de que la policía había llegado a su fiesta.

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