Eugenio Urbano ha sufrido de vigorexia y llegando a estar 6 meses en un clínica en Mallorca, aislado en una habitación para alejarse de las pesas. Entró en la clínica cuando tenía 34 y dice que, cuando ingresó fue muy duro porque no quería aceptar su problema. Le quitaron la rutina de ir al gimnasio, incluso llegando a cerrarlo para que no fuera, en perjuicio del resto de pacientes. Llevaba muy mal no poder entrenar y estaba controlado por una cámara ya que utilizaba los objetos para entrenar.
Por su parte, José María Fortes es culturista y ha sido campeón del mundo y míster Universo de Culturismo en 2006. Además, es nutricionista deportivo y tiene un centro de nutrición. Asegura que el culturismo no es malo si se hace con tranquilidad. Generalmente este trastorno va asociado a otros problemas de personalidad que se canalizan a través de la vigorexia.