En La Comunidad nos hemos querido hacer eco de este grave problema que viven numerosas familias en nuestro país. Carmen Díaz Bermejo es presidenta de la Asociación de Madres contra la Droga. "Desde el año 80 hemos enterrado toda una generación. Hemos estado denunciando que la cárcel no es el lugar para recuperar a estos chicos, no en vano más de la mitad de los internos son toxicómanos". Carmen se ha quejado amargamente de las pocas ayudas que existen por parte de la administración para recuperar a estos enfermos.

Óscar Fidalgo, terapeuta de neurosalus, consiguió superar la droga y ahora se dedica a ayudar a drogodependientes. Según su testimonio, "la cárcel lo único que hace es potenciar la enfermedad, seguir consumiendo, incluso mucho más. Muy poquita gente tiene la capacidad de rehabilitarse en un centro penitenciario". Asegura que la única salida que tienen los toxicómanos es recuerarse en un centro hospitalario. "Estoy vivo porque tuve una madre coraje".

Por último, Agustín, un hombre de 55 años que lleva 34 años enganchado. "Fuí empresario y he perdido mucho dinero. Soy un afortunado porque lo único que no he perdido ha sido a mi familia". Agustín se lamenta de las pocas plazas públicas que existen para tratar a los toxicómanos. "Cuando ingreso en un hospital por alguna sobredósis, me duelen los oídos de escuchar 'este es un yonki'. Somos personas que tenemos nuestro corazoncito y que encontramos enormes dificultades para encontrar ayuda".