Sorprendente
¡Ciencia y puntería! El experimento de Marron para que Ferran siga marcando goles
El colaborador de El Hormiguero ha aprovechado la visita del futbolista para sorprendernos con una demostración medida al detalle.
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El Hormiguero ha comenzado la semana por todo lo alto con la visita de Ferrán Torres. Después de hablar de los últimos meses de su carrera, de sus peculiaridades como futbolista y de alguna que otra anécdota del vestuario, Marron ha irrumpido en el plató con su ciencia.
En esta ocasión, se han enfrentado a un nuevo desafío para el equipo de Ciencia que consistía en lanzar a una velocidad imperceptible para el ojo humano una bola de acero que atravesaría nueve orificios, ocho de ellos situados en el extremo del brazo de unos motores y uno realizado sobre un vinilo que rota entorno a su eje central.
Para lanzar la bola han emplado un dispositivo con un mecanismo similar a una ballesta, un arco montado sobre una recta es tensado, acumulando energía elástica en las cuerda. Un solenoide ha presionado el gatillo que libera la cuerda, transformando la energía cinética elástica en energía mecánica que ha impulsado la bola de acero. La velocidad de la bola es tan alta que han requerido de una grabación de una cámara de alta velocidad para comprobar que la bola ha atravesado correctamente todos los obstáculos.
El determinismo de la mecánica clásica ha implicado que con idénticas condiciones iniciales obtendríamos el mismo estado final. Sin embargo, nuestro dispositivo es muy complejo y tenemos multitud de variables difícilmente replicables que complican la reproducción exacta de dichas condiciones iniciales.
La gran dificultad para reproducir las condiciones iniciales reside en que todos los elementos deben estar colocados en la posición correcta, para lo que hemos instalado en las mesas unos punteros láser que hemos hecho coincidir con marcas en las paredes del plató, y marcado la posición inicial correcta de cada uno de los obstáculos.
Mediante microcontroladores ARDUINO hemos operado los motores y el solenoide que ha accionado el mecanismo de ballesta para que todos los elementos hayan estado perfectamente sincronizados.
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