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En la Sección de Ciencia hemos recibido un envío sorpresa mediante un robot repartidor de Goggo por cortesía de Goggo Network.

Se trata de robots de reparto, que se desplazan por la acera con una velocidad reducida de unos 5.5km/h y toman decisiones priorizando la seguridad de los peatones. Para ello, los robots cuentan con sensores externos e internos y cámaras que detectan peatones, ciclistas, niños, mascotas, etc., y adaptan su trayectoria y velocidad para esquivarlos, o para detenerse completamente si fuese necesario.

Los robots son, en todo momento, supervisados por un teleoperador de forma remota. Esta persona puede tomar el control del robot en cualquier momento, maximizando así la seguridad de estos dispositivos.

Los robots son 100% eléctricos y silenciosos. Están bajo la supervisión constante de teleoperadores, y llevan incorporadas cámaras y diferentes sistemas antirrobos. Goggo Network realiza actualmente servicios comerciales con robots autónomos en Alcobendas y Zaragoza desde el pasado julio y no han tenido ningún problema de vandalismo.

Los robots sólo cubren una parte reducida del reparto de última milla, por lo que no sustituyen a los repartidores. Además, esta nueva tecnología abarata los costes de las entregas a domicilio, lo que se espera que haga que aumente la demanda y, por consiguiente, la crecida del sector en general, generando nuevos puestos de trabajo. Goggoo además produce nuevos puestos de trabajo más cualificados, como los operarios que trabajan en los centros de operaciones y los teleoperadores que supervisan de forma remota a los robots.

Para el segundo experimento hemos construido dos cañones enfrentados entre sí capaces de propulsar fruta a gran velocidad y poder observar así a cámara súper lenta el impacto en el aire.

Cada uno de los dos cañones consta de dos calderines construidos a partir de barriles de cerveza. Cada uno de los carriles será cargado con aire comprimido a una presión de 4 bar. Una llave de paso por cada barril permite cerrar y abrir el paso de los mismos, por lo que nos permite disparar dos veces cada cañón sin tener que recargar.

Por último, cada uno de los cañones consta de una electroválvula. Desde una mesa de control podemos accionar simultáneamente las electroválvulas a una distancia de seguridad, de forma que ambos cañones son disparados simultáneamente.