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Así funcionan los motores Stirling: Marron lo explica en El Hormiguero

El equipo de ciencia de El Hormiguero explicó el funcionamiento de los motores Stirling, uno de los mecanismos más ingeniosos y sostenibles de la historia.

Ciencia

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Durante la visita de Leiva a El Hormiguero, el plató volvió a llenarse de ciencia y curiosidad con una nueva demostración de Marron y su equipo. En esta ocasión, la sección se centró en los motores Stirling, un tipo de motor antiguo pero fascinante que funciona con una fuente de calor externa.

Marron explicó que los motores Stirling fueron inventados en el siglo XIX y que, a diferencia de los motores de combustión, no queman directamente el combustible dentro del cilindro, sino que aprovechan la expansión y contracción del aire o del gas al calentarse y enfriarse. Este proceso genera movimiento y energía de manera silenciosa y sorprendentemente eficiente.

Durante la demostración, Marron mostró varios ejemplos en funcionamiento, desde pequeños modelos mecánicos hasta réplicas más grandes que permiten visualizar su principio básico. Leiva observó de cerca cómo el calor hacía girar el motor de forma continua y estable, sin una sola explosión.

Con su habitual mezcla de humor y rigor científico, Marron consiguió que la ciencia volviera a brillar en el programa, explicando de forma sencilla cómo la energía térmica puede transformarse en movimiento.

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El motor Stirling es una máquina térmica que convierte el calor en movimiento mediante la expansión y contracción de un gas confinado. Inventado en 1816 por el reverendo escocés Robert Stirling, surgió como una alternativa más segura a las calderas de vapor, muy propensas a explosiones en aquella época.

A diferencia de los motores de combustión, el Stirling utiliza una fuente de calor externa: basta con calentar un lado y enfriar el otro para que el gas interno cambie de presión y mueva un pistón. Su funcionamiento es silencioso, eficiente y sorprendentemente versátil.

A lo largo del tiempo se han desarrollado infinidad de variantes, desde modelos industriales hasta versiones experimentales o educativas. Una de las más curiosas es la que utiliza una jeringa de vidrio como pistón y un tubo de ensayo con canicas como masa oscilante. En este diseño, las canicas se desplazan con el movimiento del pistón, almacenando y devolviendo energía para ayudarle a recuperar su posición inicial. Es un modo ingenioso de mantener el ciclo sin necesidad de un volante de inercia.

En nuestra muestra se presentan tres versiones distintas de este motor:

Una que funciona sobre una taza de té caliente, aprovechando la diferencia de temperatura para girar suavemente. El rozamiento entre sus componentes debe ser mínimo.

Otra que acciona un pequeño generador de corriente continua, capaz de alimentar un dispositivo o encender una luz.

Y una versión montada en un cochecito, donde el movimiento del pistón impulsa las ruedas y demuestra de forma visual cómo el calor puede transformarse en movimiento útil.

Curiosamente, motores Stirling similares se usaron en faros y juguetes durante el siglo XIX, y más tarde la NASA experimentó con ellos para generar electricidad en el espacio por su fiabilidad y silencio.

El motor Stirling se distingue por su alta eficiencia teórica, su funcionamiento silencioso y la posibilidad de utilizar casi cualquier fuente de calor externa, desde una llama hasta energía solar. Además, requiere poco mantenimiento y produce muy pocas emisiones, lo que lo hace limpio y duradero.

Sin embargo, su potencia es limitada, el arranque es lento y resulta difícil de regular en aplicaciones que demandan cambios rápidos. A esto se suma que su fabricación es costosa y que la eficiencia real suele ser menor que la ideal prevista en teoría.

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