Impresionante
¿Apagar velas con una guitarra? Marron demuestra la fuerza que tienen las ondas de vibración
El equipo de ciencia ideó un experimento que parecía mágico en el primer programa de la semana.
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Para sorprender a Johnny Depp y Riccardo Scamarcio, Marron realizó un experimento basado en la frecuencia de resonancia. Esta es la frecuencia a la que un objeto o sistema vibra de manera natural cuando es excitado por una fuente externa. Todos los objetos tienen su propia frecuencia de resonancia, como ocurre cuando un cristal se rompe al exponerse a una nota musical precisa o cuando un puente vibra peligrosamente al ser sometido a una marcha rítmica. En el caso de los matraces de Erlenmeyer, cuando se produce esta frecuencia, el aire en su interior comienza a vibrar, formando ondas estacionarias.
Dentro de cada matraz, la onda sonora que se genera forma un nodo (donde el aire no se mueve) en el extremo cerrado, y un vientre (donde el aire vibra con mayor amplitud) en el extremo abierto. Es en este vientre, donde la vibración es más intensa, que el aire puede apagar una vela situada en el borde.
La resonancia en los matraces depende de su volumen y forma, es decir, de su longitud y diámetro. Si los matraces son diferentes, no resonarán de la misma manera, impidiendo que se apague la vela.
Cuando tocas una nota en la guitarra, el sonido que se genera viaja por el aire en forma de ondas. Si la frecuencia de la nota que tocas coincide con la frecuencia de resonancia de un matraz, el matraz comienza a vibrar también. Esto sucede porque el matraz "reconoce" esa frecuencia como su propia frecuencia de resonancia y, al vibrar, genera ondas dentro de él. Esas vibraciones pueden ser tan fuertes que, en el extremo abierto del matraz, el aire en movimiento tiene suficiente energía para apagar una vela.
Es como cuando una copa de vino vibra si alguien canta la nota justa: la guitarra toca la nota correcta, y el matraz responde vibrando.
Este experimento muestra cómo la interacción entre las frecuencias fundamentales y los armónicos genera resonancia en los matraces, lo que permite que el aire en vibración apague las velas en distintos puntos del sistema.
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