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'Parks and Recreation': un gran final para una gran comedia

Después de siete temporadas ha dicho adiós 'Parks and Recreation'. Con su despedida se cierra un ciclo, el de las comedias en mayúsculas en la televisión americana. Vendrán otras sitcoms, pero ninguna tendrá el toque personal y único que ha tenido la ficción protagonizada por Amy Poehler durante 125 episodios. El final ha sido feliz para todos, pero no por ello ha estado exento de la enorme calidad que ha caracterizado a una de las mejores comedias en la última década.

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NBC Parks and Recreation

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Es difícil, muy difícil, explicar de qué trata ‘Parks and Recreation’ para alguien que no la haya visto nunca. ¿Es una comedia coral que tiene lugar en las dependencias municipales de ese gran e imaginario pueblo en Indiana llamado Pawnee? Sí, pero también es una serie que te hace formar parte de la historia, como si fueses un habitante más que conoce las costumbres y habitantes de la ficticia Pawnee.

El doble episodio final ha estado concebido como un epílogo a modo de 'flashforward' que ponía fin a cada uno de los personajes observando el futuro de cada uno de ellos. Una series finale escrita con esmero y dirigida de forma impecable. Una despedida que enternece y que sobre todo consigue la sonrisa cómplice del público, que ha sido tan minoritario como fiel durante los últimos siete años.

Leslie consigue, tras varias idas y venidas, ser gobernadora del estado de Indiana. Y lo hace siempre apoyada por Ben. Los dos forman una de las parejas más entrañables de la televisión y es imposible que te los imagines rompiendo o separándose.

Andrew y April, que han protagonizado gran parte de los mejores diálogos de la serie, acaban teniendo familia numerosa. Las frases y gags de ambos personajes son dignos de un manual de guión de comedia.

Ron Swanson, el mejor personaje de la serie, consigue la tranquilidad vital que siempre ha anhelado en su nuevo trabajo como guardabosques. Tom logra arruinarse y renacer de sus cenizas una vez más; Donna se abre a su lado más humanitario y Gerry/Jerry/Larry/Terry (como quieras llamarlo) muere rodeado de su familia el día de su 100 cumpleaños.

El final de la serie ha sido coherente con todo su desarrollo anterior. Y es que, a lo largo de siete temporadas, los guionistas de ‘Parks and Recreation’ han sabido fabricar unos personajes a los que realmente coges cariño, casi como si fuesen de tu familia.

Esto solo se consigue cuando hay una enorme habilidad en la construcción de los personajes y tienes unos actores potentes para darles vida. Y esto es exactamente lo que ha ocurrido con una serie que ha demostrado que Amy Poehler es una actriz cómica sin rival, que ha sido capaz de descubrir a Chris Pratt y encumbrarlo como la estrella que es hoy y que ha sacado el máximo jugo a actores tan potentes como Aubrey Plaza o el soberbio Nick Offerman. Es absolutamente incomprensible que ninguno tenga un Emmy en su estantería.

Es evidente que ‘Parks and Recreation’ ha sido una serie con vocación minoritaria, un hecho que le otorga aún más valor del que ya tiene. La serie podía haber durado hasta la temporada diez si hubiese querido, pero de esta forma la recodaremos mejor y ocupará un merecidísimo lugar en lo más alto de las comedias televisivas. Pasará mucho tiempo hasta que vuelva a ver una serie con el estilo de ‘Parks and Recreation’. Echaremos de menos a una de nuestras series favoritas. De hecho, ya lo hacemos.

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